Con riñones, sólo así se podía salir a flote en el momento álgido en que los Aztecas de Ojo de Agua pusieron a los Zorros Dorados XL, que explotaron en el último cuarto para volver a ganar, ahora por 13-12 y romperle el invicto al equipo que llegaba como primero del grupo.
Una victoria que mantiene a los veracruzanos con aspiraciones de meterse a la postemporada en la cuarta conferencia de la categoría Juvenil de Primavera en la Organización Nacional Estudiantil de Futbol Americano (ONEFA).
La escuadra de casa se fue temprano arriba en el marcador, gracias a un pase completo de 15 yardas, lanzado por Sebastián Velasco a la ubicación de Mauricio Domínguez, para luego completarse el punto extra y poner el marcador 7-0.
El efectivo ataque terrestre de los albinos dejaba dividendos en el segundo periodo también, aunado a una defensiva que se fortalecía jugada a jugada.
Las cosas parecían enfilarse a un camino menos espinoso, pero empezaron las irregularidades.
Primero, Velasco soltó el ovoide cuando Zorros Dorados atacaba la yarda 10 del rival y parecía que el touchdown era inevitable. El regreso fue largo, y le abrió el camino para que el quarterback mexiquense Cristopher Serrano encontró a Abraham Saavedra que se enfiló a las diagonales.
Aztecas siguió abajo en el marcador en ese momento porque falló el punto extra.
Pero el momento se complicó para los de casa, sobre un lodoso campo “Antonio Modesto Quirasco” a causa de la lluvia que azotó a Xalapa. Velasco volvió a dudar y lanzó para una intercepción.
Esto le generó un ataque fructífero a los Aztecas, que volvieron a tener en la combinación de Serrano y Saavedra la fórmula para darle la vuelta al tanteador.
La desesperación parecía hacer mella en los veracruzanos que lo mejor que les pudo haber pasado fue que se acabara el primer medio.
Para la segunda mitad las cosas fueron distintas. La actitud cambió en el equipo. A Ángel Leví Vargas Morales y su staff de entrenadores les empezaron a funcionar las jugadas tanto en ataque como a la defensa, a pesar de una nueva intercepción.
Los Aztecas empezaron a cometer errores, castigos que pagaron caro y sobre todo cuando el final del encuentro se aproximaba.
Apareció entonces una genialidad de Manuel Eduardo Márquez, quien, gracias a una optativa, se abrió paso y corrió más de medio campo, quitándose rivales y encontrando los espacios que le dieron los bloqueos hasta llegar a la zona prometida y ponerse arriba en el score por una unidad.
Los mexiquenses tuvieron su chance, pero la figura de Mauricio Domínguez, ahora a la defensiva apareció, con una intercepción más que oportuna para matar el partido.
Lo consecuente fue la conclusión del trámite que puso a los albinos cerca los playoffs, motivados a que de ganar el fin de semana próximo a los Corsarios en la Ciudad de México.