Por Julián Rodríguez
Cuando anotó el gol que sellaba el triunfo del Académicos del Xalapa FC sobre Marineros de Piedras Negras, el goleador xalapeño Luis Jair Miranda Martínez celebró en serio, y no sólo porque anotó, sino porque en varias ocasiones tuvo la oportunidad y el gol se le había negado.
Describió su gol. “Recibí un pase dentro del área y aguanté la marca y la presión del central de Marineros… el balón lo controlé con la derecha, di la media vuelta y con la zurda disparé”, recordó.
Lo demás fue historia. Su celebración no se hizo esperar. Salió corriendo hacia la media cancha y levantó sus brazos; Se dirigió hacia donde estaba el director técnico Joaquín Espinoza y se fundieron en un emotivo abrazo.
El “Yayo” no se guardó nada y nos confesó por qué celebró el tanto con su DT. “El profe es alguien muy especial porque siempre me ha brindado todo el apoyo, siempre ha confiado a mí, y si le debo a alguien todo esto es a él, porque desde el primer día de pretemporada creyó en mi”, expuso el ariete.
El espigado jugador de 22 años de edad reconoció que ya debía una, toda vez que en ese partido tuvo una clara opción y la voló. “Si, de hecho, sentía que la pelota ya estaba adentro, son circunstancias que a veces pasamos, no es excusa, pero me botó y el remate salió por arriba, por fortuna nunca me desesperé y la recompensa llegó”, dijo,
Por otra parte, el “9”, que mide 1.80 y pesa 88 kilos, le dio su reconocimiento a la afición xalapeña que se desbordó al coloso de la calle Cayetano Rodríguez. “Es lo máximo. Era lo que esperábamos, tener el Quirasco lleno y gracias a Dios no le quedamos a deber y por eso le pido a nuestros aficionados que sigan confiando en nosotros, que en el partido ante Búhos nos vengan a ver otra vez”.