Por Julián Rodríguez
Para el doctor Yanga Melgarejo Ortiz el deporte veracruzano está en el total abandono, calificándolo de “un desastre”.
Él es una voz autorizada dado su paso en dependencias como la misma Dirección de Actividades Deportivas de la Universidad Veracruzana y el departamento de Cultura Física y Deporte del Ayuntamiento de Xalapa.
De hecho, en la DADUV estuvo al frente durante dos periodos, siendo aquí donde el representativo veracruzano consiguió los mejores resultados en su historia durante su participación en las Universiadas Nacionales, no como ahora, que los deportistas de nuestra máxima Casa de Estudios andan arrastrando la cobija, siendo relegados a puestos de abajo e inimaginables dada la estructura e infraestructura con la que cuenta la UV.
Sus conocimientos lo llevaron a introducir con éxito varios programas durante su estadía en el deporte universitario y sociedad xalapeña.
Y hoy que el deporte veracruzano no tiene ni pies ni cabeza, Ortiz Melgarejo destaca que se le puede dar un giro de 180 grados.
El doctor Yanga, cuyas virtudes son el profesionalismo, compromiso, capacidad y honestidad se ha caracterizado por ser un incasable impulsor del deporte, por ello sabe lo que necesitan los deportistas veracruzanos y dio conocer algunos puntos para cambiar esa pobre mentalidad de quienes llevan las riendas del deporte en la entidad.
El primer punto, dijo, es el “fortalecimiento al Instituto Veracruzano del Deporte con un enfoque renovado, convirtiéndolo en un semillero de talentos deportivos. Esto incluiría una capacitación exhaustiva para entrenadores, fisioterapeutas y apoyo psicológico para deportistas de competencia y alta competencia. Además, se coordinaría con los niveles educativos de primaria, secundaria y bachillerato para identificar y apoyar a jóvenes talentosos, proporcionándoles un seguimiento adecuado para su desarrollo en el deporte”.
Sabe que Veracruz cuenta con el potencial económico para crear un Centro de Alto Rendimiento para diferentes disciplinas deportivas. “Tendrá como meta potenciar sus habilidades deportivas para la competencia y la alta competencia”, precisó.
“El punto tres es la organización de eventos deportivos en coordinación con la iniciativa privada que proyecten a Veracruz en el nivel nacional e internacional. Estos eventos contarán con la participación de deportistas de élite en sus disciplinas, lo que no sólo elevará el prestigio de la región, sino que también incentivará el turismo deportivo y generará oportunidades económicas para la comunidad local”.
Habló sobre la necesidad de estimular a los atletas y sus entrenadores con becas para fomentar el Alto Rendimiento. “Promoveré un sistema adecuado de becas que permita a las y los jóvenes contar con el respaldo económico para desarrollar sus capacidades deportivas, reconociendo la necesidad de incluir en este nuevo sistema de becas a sus entrenadores, acondicionadores físicos y psicólogos deportivos para que cuenten con capacitaciones continuas.
Asimismo, habló de la importancia de buscar alianzas con universidades públicas y privadas. “A partir de alianzas estratégicas con universidades, se busca facilitar la educación superior de los deportistas y su desarrollo académico.
Para ello se establecerán convenios que ofrezcan programas académicos flexibles, orientados a promover la alta competencia, así como facilidades para la realización de estudios a distancia, garantizando que ningún talento se pierda debido a limitaciones económicas. Además, las universidades podrán brindar apoyo técnico y científico en áreas como la nutrición deportiva, la fisioterapia y la psicología del deporte, con el objetivo de optimizar el rendimiento y bienestar de los deportistas”, expuso.
Agregó: “a través del programa de rescate público, se impulsará en colaboración con los municipios, la creación de espacios deportivos con infraestructura adecuada y bien equipada para brindar a los jóvenes la oportunidad de practicar deporte de manera segura y efectiva, promoviendo así un estilo de vida activo y saludable en la comunidad”.
De ser él quien dirija los destinos en el ente rector del dePorte veracruzano, Yanga comentó que: “mediante el Instituto Veracruzano del Deporte se intensificará la comunicación con las Federaciones de las distintas disciplinas deportivas presentes en el estado. Esto promoverá una colaboración efectiva y permitirá consolidar la gestión conjunta para facilitar el apoyo necesario para que estas federaciones alcancen sus objetivos de desarrollo deportivo”.
Por último, precisó que como punto número 8 está la “implementación de políticas públicas que fomenten el desarrollo del deporte en todos los niveles en donde se promueva la interacción con la sociedad civil para una toma de decisiones acorde a las necesidades del deporte en Veracruz”, capitalizó.
NULO APOYO DEL IVD
Distintos atletas han manifestado su inconformidad por el maltrato que han recibido por parte del Instituto Veracruzano del Deporte que dirige Alberto Nava Lozano.
Ejemplos están los boxeadores de Xalapa y Perote, quienes fueron desalojados en plena competencia del hotel en el que residían.
Algo similar vivió un equipo juvenil de balonmano que fue dejado a su suerte por más de 10 horas al descomponérseles el camión en el que viajaba.
Otros deportistas se han acercado al IVD para solicitar apoyo para sus eventos, sin embargo han recibido un rotundo no.
INOPERANCIA EN EL IVD
Está claro que en el IVD no han funcionado las cosas como debieran. Y como prueba está que en la actual administración han desfilado en ese organismo varios directores, empezando por Darío Pérez Medellín, quien por unos meses estuvo al frente, siendo destituido por el mimso gobernador Cuitláhuac García Jiménez.
Más tarde tomó el cargo Víctor Iván Domínguez Guerrero, quien de igual manera estuvo alrededor de 9 meses, pero también le dieron las gracias junto a su equipo de trabajo.
Finalmente, el profesor José Alberto Nava Lozano fue nombrado director, pero durante su gestión las anomalías, la falta de apoyo y situaciones extrañas como las arriba mencionadas, han sido el pan de cada día.
Una de las que dio de qué hablar fue cuando la boxeadora cordobesa Gricelda Durán narró que tuvo una plática con José alberto Nava Lozano para pedirle apoyo para asistir a una eliminatoria que se celebró en Puerto Rico, pero la chica de 20 años de edad recibió in rotundo no por parte del jerarca del deporte estatal, quien con un descaro total le pidió que se tomara con él la fotografía del recuerdo. Ver para creer.