Por Julián Rodríguez
Coapexpan, un histórico equipo xalapeño, festejó 53 años de futbol con varios encuentros entre algunas de sus viejas glorias y las nuevas generaciones.
La actividad tuvo lugar en la cancha mixta de la Unidad Deportiva Universitaria, donde se pudo a ver a algunos de sus fundadores emblema como Víctor Torres, Aquileo de Librado, Juan Manuel “Juanelo” Torres, Rafael Flores y Jesús Báez, entre otros, quienes recordaron viejos tiempos y derrocharon alegría y buen futbol.
Uno de sus jugadores estandarte era Aquileo de Librado, el dueño de la pradera derecha, un veloz extremo que hacía estragos en la defensa rival. “La velocidad, el dribling y la gambeta eran lo mío, pero no puedo decirte que era el mejor porque éramos 11, era un equipo de guerreros unidos y que tenían sólo un fin: hacer grande al barrio”, dijo al término del encuentro.
Otro de los íconos de la escuadra escarlata era el defensa lateral Víctor Torres, quien lamentablemente no cuenta con una de sus extremidades y se traslada hoy en una silla de ruedas. “Sino allí estaría con todos ellos jugando, divirtiéndome, y aunque me siento fuerte ya no puedo, pero me siento muy emocionado de verlos”, dijo mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.
El lateral izquierdo era toda una garantía en su posición. “Era la ley, y no porque fuera leñero sino porque era muy fuerte, casi casi impasable” agregó a un costado de la cancha, donde gritaba a sus amigos.
Fueron dos encuentros para celebrar el partido, uno entre algunas de las viejas glorias y veteranos, así como el de las nuevas generaciones.
Los resultados fueron lo de menos, lo importante era festejar más de cinco décadas de futbol en las que Coapexpan ha dejado una huella imborrable, de celebrar que varios de ellos están vivos y que su espíritu indomable y guerrero aún se mantienen intactos, que vibran sus corazones de emoción y sus mentes recuerdan aquellas épocas en que el futbol era de garra, de coraje, de entrega y pasión, pero sobre todo que defendían la playera y su barrio hasta con su propia vida.
Otros elementos que vimos fueron Dagoberto Flores, el “Huevito” Villa, Andrés y su sobrino el “Bíblico” Ángel Ramón Alcántara, Joaquín Espinoza, los Iza Villa, Hiram, Salim y Samia, Armando Salas, Christian Toledano, los “Chivos” Hugo y Moisés Hernández y el famoso Yeyo”.
FIN AL FESTEJO
Con una comida en la que predominó la barbacoa, los chicharrones y las “heladas” se dio fin a una celebración que, como cada año, es esperada por todos los integrantes de un barrio que nació y vivió grande y que nunca morirá, quedando para siempre en un recuerdo tal vez infinito.