Chivas se ha vuelto en un equipo que tiene como premisa no equivocarse, quiere que no le hagan daño antes de intentar hacerlo. Ese es el precio de la estabilidad, ese es el precio de contratar a alguien como Víctor Manuel Vucetich.
Empate a cero goles con Tijuana, y no, el Guadalajara no puede ser constante. Juego seco, rudo en la frontera, de pocas oportunidades, de nervios y de escasa calidad. Con esto, Guadalajara no llegará muy lejos, ya no se diga los Xolos.
Pero eso no quita que se pierda el arte individual, en el Guadalajara son pocos quienes lo intentan, JJ Macías es de esos, por eso sacó el disparo que Jonathan Orozco desvió a mano cambiada. Mientras que Xolos, con todo lo malo que le ha pasado, ha dejado atrás la ideologóa ofensiva de su técnico para intentar sobrevivir.
Con lo poco que le queda propició una gran atajada de Gudiño a tiro del Luis Leal, y un gol que fue anulado por supuesta carga sobre el portero rojiblanco. De tan aburrido que estaba el partido, en las bancas decidieron ponerle picante, Pablo Guede, técnico de Tijuana, y Milton Graniolatti, preparador físico del Guadalajara se gritaron, se encararon y hasta se empujaron.
Tijuana de tres toques se plantó en la cara de Gudiño, quien se agigantó para salvar. Después de ese intento, el juego fue de Chivas, fue porque tuvo el balón, porque llegó al área rival, pero no puso en aprietos al portero rival y cundo lo hizo a Mier le faltó llegó tarde un segundo para meter el balón.
Hubo otras aproximaciones, pero nada genial. Con 19 puntos, el Guadalajara,el aburrido Chivas, se afianzó en el octavo lugar de la competencia, ni tan lejos ni tan cerca de una clasificación directa y Tijuana, subió un lugar, al trece, al sumar 14 puntos.