El Villarreal y el Sevilla empataron a dos goles en La Cerámica en un duelo apasionante en la lucha por las plazas de Liga de Campeones en el que el equipo andaluz fue superior y, aunque no pudo vencer, frenó a un rival directo que venía de ganar tres partidos consecutivos.
El Sevilla saltó al césped de La Cerámica con las ideas muy claras, ahogando la salida del Villarreal y buscando el dominio del balón. Con mucho esfuerzo, el Villarreal fue nivelando el choque y a los 18 minutos se adelantó en el marcador.
Un gran pase de Gerard fue cabeceado a bocajarro por Anguissa, Vaclik consiguió despejar con apuros, pero el rechace cayó en poder de Paco Alcácer, que no perdonó.
El gol aturdió al Sevilla. Con un juego horizontal y sin mordiente, tan solo las subidas de Jules Koundé por la banda derecha crearon cierta inquietud en la zaga local, muy cómoda. Tan cómoda estaba que cuando Escudero recibió un balón más allá de la frontal no salió nadie a marcarle, por lo que el lateral se acomodó a placer y soltó un colocado disparo para empatar el encuentro y acabar con la imbatibilidad del Villarreal desde que se reanudó el campeonato
Apenas quedaban cinco minutos para llegar al descanso, pero en la última acción del primer tiempo, un saque de esquina de Cazorla lo cabeceó cómodamente el central Pau Torres para dar ventaja a los suyos.
A Julen Lopetegui no le terminó de gustar el rendimiento de su equipo y realizó un triple cambio al descanso dando entrada a Navas, Munir y Ocampos. Y la jugada le salió bien. El Sevilla arrebató el balón a un Villarreal que fue perdiendo fuelle en ataque.
En el ecuador del segundo tiempo, el conjunto sevillista consiguió el empate tras un centro bombeado de Navas que remató de volea en el segundo palo Munir de manera espectacular. El cuadro visitante no se conformó con el empate y no varió ni una coma del guion que estaba escribiendo desde la reanudación.
El Villarreal, perdido en la medular desde que Cazorla abandonó el terreno de juego, acabó el partido agobiado en su campo, defendiéndose y fiando sus opciones ofensivas a una acción aislada.
El holandés De Jong tuvo la victoria para el Sevilla, pero primero su posición de fuera de juego supuso la invalidación de su tanto y posteriormente una parada espectacular de Sergio Asenjo, a un remate suyo de cabeza, frustró el triunfo de los de Lopetegui.