El Universal
Dos goles de Roberto Soldado, que salió en el descanso, propiciaron la remontada del Villarreal en Borisov ante el Dinamo de Minsk, marcador que prácticamente sitúa a su equipo en los dieciseisavos de final de la Liga Europa y le permite pensar en hacerlo como primero de grupo.
El Villarreal no hizo un buen partido, especialmente en el primer periodo, y cuando en el segundo adelantó líneas y se acercó a la meta del Dinamo, la tupida defensa del equipo bielorruso le creó muchos problemas, hasta el punto de que la victoria no llegó hasta los minutos finales del choque
Sin merecimientos para hacerlo, el Dinamo se había adelantado mediado el segundo periodo, pero enseguida, de penalti, igualó Soldado y un disparo del delantero que rozó en un defensa sentenció el partido en el minuto 86.
El tramo inicial del encuentro estuvo marcado por la igualdad entre dos equipos contagiados por la frialdad climatológica y la ambiental, al disputarse el choque con poco público en Borisov y no en Minsk, lo que conllevó una presencia muy limitada de seguidores del equipo local.
El Villarreal no empezó el partido con intensidad, lo que mantuvo al Dinamo metido en el encuentro a pesar de su inferioridad técnica, en un choque en el que para el equipo de Marcelino García Toral la victoria era el único objetivo.
Consecuencia del equilibrio de fuerzas fue el juego centrado en el centro del campo, con muy pocas ocasiones de gol y en el que el dominio territorial del Villarreal fue tímido y no estuvo acompañado de ocasiones de peligro.
Así llegó al descanso un partido en el que el conjunto bielorruso dejó claras sus limitaciones y al equipo español le faltó meter una marcha más a su juego para adelantarse en el marcador.
Para enmendar la imagen discreta ofrecida en el primer periodo, Marcelino do entrada a Soldado tras el descanso en lugar de Nahuel con el objetivo de que su equipo tuviera más profundidad y más presencia en las inmediaciones de Ignatovich.
El partido entró en una dinámica diferente, ya que el dominio territorial del Villarreal creció y se empezó a jugar cerca del área del equipo bielorruso, que buscaba sorprender a su rival al contragolpe.
Cumplida la primera hora de partido, el Villarreal había pasado a controlar completamente el encuentro pero sin que sus aproximaciones a la meta bielorrusa se vieran acompañadas de situaciones de peligro, puesto que la acumulación de hombres en el área local apenas dejaba espacios.
En el minuto 65 una doble ocasión de Samuel y Soldado se convirtió en la primera opción clara de gol para el Villarreal, justo cuando Dos Santos había entrado por Pina para dar más profundidad al equipo.
Sin embargo, en la primera aproximación, en una contra, del equipo local en todo el choque, un pase de Beciraj al recién incorporado Vitus puso sorprendentemente a Dinamo por delante en el marcador.
Un minuto después llegó el empate tras un claro penalti de Voronkov sobre Samuel, que fue transformado por Soldado, neutralizó la euforia local y permitió que el equipo español recuperara las expectativas de ganar.
El encuentro volvió a situarse donde estaba, pero al Villarreal le costaba encontrar fisuras en la defensa rival para generar las ocasiones necesarias para dar la vuelta al marcador.
Pese a ello, encontró una y Soldado la aprovechó para sentenciar el encuentro y dar la victoria al que fue mejor, aunque sin brillar.