El Rose Bowl de California fue testigo de una escena inusual durante la celebración del Clásico Nacional entre América y Guadalajara.
Al ser suspendido por el uso en las tribunas de bengalas por parte de los fanáticos, quienes en la recta final llenaron de humo la cancha.
Una situación que hizo al árbitro central pedirle a los jugadores llegar al centro de campo, teniendo en cuenta que la visión se veía afectada.
Mientras ello ocurría en la cancha, ambas aficiones continuaban encendiendo bengalas, mismas que después de apagaron para la disputa de los últimos minutos.
Ante el tiempo perdido y el llamado del sonido local para evitar una tragedia, el árbitro decidió terminar el compromiso justo al minuto noventa.