El partido entre Nantes y Montpellier de este fin de semana en la Ligue 1 de Francia fue testigo de un momento conmovedor en plena cancha.
El protagonista fue el defensor de Guinea, Issiaga Sylla, quien previo al compromiso se enteró de la muerte de su madre, una noticia que no le impidió jugar el partido, pese a que los directivos le ofrecieron tomarse el día por el luto.
La carga emocional en el jugador de 29 años fue tanta, que rompió en llanto sobre el césped, de inmediato compañeros y rivales acudieron en su apoyo para abrazarlo y darle palabras de fuerza.
Después de ese momento junto a sus compañeros, Sylla pidió terminar el partido y después de los noventa minutos fue elegido el jugador del partido.
“Lo que acaba de hacer Issiaga no lo pueden hacer todos los jugadores. Se enteró de que su madre había muerto durante la noche, pero lo dio todo para jugar el partido y ayudar al equipo porque es el técnico y el club cuentan con él. Estamos de todo corazón con él para compartir este difícil momento. Que en paz descanse su madre”, declaró su compañero, Kiki Kouyaté.