Cuando tuvo sus primeros entrenamientos al frente del Guadalajara, a la mayoría de los futbolistas del equipo le agradó mucho la forma de ser de Marcelo Michel Leaño, ya que es un tipo que les habla de frente y les aseguró que siempre los apoyaría, pero esa “magia” se ha esfumado con el paso de las semanas.
El técnico de las Chivas sigue con su discurso bonito; el problema es que no pasa de eso.
A los jugadores empiezan a desesperarles sus carencias tácticas y falta de variantes para sacar al equipo de situaciones complicadas. De hecho, algunos empiezan a decir que extrañan a Víctor Manuel Vucetich.