CIUDAD DE MÉXICO, febrero 25 (EL UNIVERSAL).- Algunos seleccionados nacionales no podían creerlo, pensaban que era una broma… Hasta que Ricardo Antonio La Volpe Quarchioni (Buenos Aires, Argentina, 6 de febrero de 1952) levantó la voz para exigirles que se integrarán a la dinámica.
Alistaba al Tricolor de cara al Mundial Alemania 2006 y, junto a sus colaboradores, elaboró un peculiar ritual que consistía en que cada futbolista plasmara sus temores en un papel. Todo lo escrito sería echado a un ataúd que fue enterrado.
Ese es el actual director técnico del América: un hombre con carácter explosivo, estudioso del balompié, aunque también muy apegado a sus creencias.
Gustoso del feng shui, ancestral sistema filosófico chino —de origen taoísta— basado en la ocupación armónica del espacio, el veterano entrenador da mucha relevancia a la energía, y suele hacer partícipes a sus jugadores, más allá de que puedan o no estar de acuerdo.
Forma de ser que aviva la polémica en torno a un personaje que da de qué hablar dentro y fuera del campo.