CIUDAD DE MÉXICO, agosto 3 (EL UNIVERSAL).- Matías Almeyda aplaudió efusivamente en cuanto escuchó el silbatazo final del árbitro León Vicente Barajas. Su equipo acababa de llevarse un partido correspondiente a la fase grupal de la Copa MX, más para el argentino lo realmente valioso fue el espíritu que mostró un equipo salpicado de jóvenes.
La victoria sobre el FC Juárez (4-2) mantiene al Guadalajara con vida dentro del certamen copero… Y da al Pelado motivos para soñar con que los chicos que recibieron la oportunidad sean los recambios del futuro.
Es cierto que las Chivas iniciaron con el experimentado lateral izquierdo Edwin Hernández, además de futbolistas con cierto bagaje como Javier Eduardo López, Hedgardo Marín, Michael Pérez y Miguel Basulto, pero también alinearon elementos a los que todavía delatan sus infantiles rostros.
Y los errores que cometen. El zagueron Diego Cortés lo demostró al perder la marca de Rodrigo Prieto en el primer gol de los fronterizos (31’). Su falta de pericia abrió las puertas del momentáneo 1-1 a los visitantes, más el joven rojiblanco nunca claudicó.
Tampoco sus compañeros, quienes se repusieron al tanto marcado por Lucas da Silva (36’). El defensa central Marín, quien hizo el primero de la noche con un circense remate (18’), guió a un conjunto que halló la segunda igualada de la noche justo antes del descanso, gracias al juvenil Fernando Beltrán (44’).
Mazazo anímico aprovechado por el Rebaño Sagrado en el complemento. Michelle Benítez se encontró un esférico dentro del área y otorgó paz a Almeyda con un buen remate (51’).
Fue entonces que el director técnico del Guadalajara cerró el juego. Orbelín Pineda e Isaac Brizuela ingresaron al campo para impedir el intento de subversión juarense. El seleccionado mexicano firmó la última anotación con un penalti, y la celebración del Pelado.