El Universal
Fue un año raro para la Selección Nacional Mexicana, lleno de triunfos y escándalos, ya que a pesar de ganar la Copa de Oro, y el pase para la Confederaciones 2017, estuvieron en la banca tres directores técnicos.
Año cubierto de oro, pero manchado por los altercados protagonizados por Miguel Herrera, técnico mediático y triunfador, pero que no supo controlar toda la popularidad que lo rodeó y que al final le costó perder el puesto, dejando al Tricolor con el compromiso de disputar el juego contra Estados Unidos por el boleto a la Confederaciones, en el aire, lo que provocó la entrada como emergente de Ricardo Ferretti. El ‘Tuca’ cumplió el compromiso, calificó a México al citado torneo y se fue para dejar el camino libre a Juan Carlos Osorio, colombiano que entre discursos melosos y críticas del medio, sin tiempo para siquiera calentar, enfrentó dos juegos de eliminatoria, de los cuales salió avante, dejando la estela de esperanza para 2016, año de eliminatoria y de Copa América Centenario. Osorio tiene hojas en blanco para escribir su propia historia.
La vida sin el ‘Piojo’. A inicios de año, Miguel Herrera afirmaba que en los dos torneos que se tenían por delante, entregaría resultados. “En la Copa América vamos a estar entre los cuatro finalistas y la Copa de Oro la vamos a ganar”. El ‘Piojo’ estaba muy confiado en su plan, a pesar de que el equipo que se eligió para el torneo que se celebró en Chile, tenía como base a jugadores seleccionados de la Liga local, dejando a los “europeos” en su mayoría para el campeonato de la Concacaf.
La Copa América fue un fracaso. Dos empates no alcanzaron para pasar de la primera fase y en la Oro no cambió mucho el panorama. El equipo mexicano nunca pudo brillar, sufriendo para pasar de ronda, y recurriendo a arbitrajes “negros” para llegar a la final.
En el juego por el título, no se presentó nada raro y México se levantó con el trofeo. Miguel Herrera pidió comenzar de cero, olvidar todo lo que había pasado tanto en Chile como en Estados Unidos, pero las intenciones le duraron apenas algunas horas, ya que al otro día, cometería un error, un grave error.
El bigote de ‘Tuca’. Con el puesto vacante, la FMF tenía que conseguir a un ‘bombero’. La solución llegó de donde menos lo esperaban, Ricardo Ferretti, quien en repetidas ocasiones dijo que prefería ser barrendero a seleccionador nacional, levantó la mano. “Se lo debo a México, que me ha dado tanto”, y lo pagó calificando al Tri a la Confederaciones, venciendo al odiado rival: Estados Unidos, lo que pagó con su bigote. Después de un juego “molero” contra Panamá, que sirvió de despedida, el Tri volvió a quedar sin cabeza.
La libreta de Osorio. Se filtraron varios nombres para tomar el puesto vacante, que iban desde Marcelo Bielsa, Jürgen Klopp, Jorge Sampaoli, Ricardo La Volpe, recayendo todo en Juan Carlos Osorio, técnico colombiano, famoso por su sistema metódico, y su libretita, que fracasó en el Puebla, pero que brilló en el futbol de su país.
Su nombramiento provocó distintas reacciones en el medio, las críticas arreciaron en su contra y un “ténganme confianza”, respondió a modo de defensa. Inició el trabajo en la eliminatoria superando a El Salvador 3-0 en el Azteca y su prueba de fuego fue en San Pedro Sula, donde venció a Honduras 2-0.