Imagine un balón convertido en una pieza de arte. De colores brillantes y detalles únicos. Son millones de esculturas con las que los huicholes muestran su capacidad para generar piezas de un enorme valor.
El arte huichol transportado al futbol y al Mundial a través del proyecto «Una probadita de México» ha comenzado a llamar y mucho, la atención entre los aficionados de todo el mundo, quienes se acercan a admirar los balones que han convertido en obras de arte que incluso, pueden comprar.
Paige Zarkin es la encargada de arte Locos por el Arte. La emoción de ser parte del proyecto, la emociona al momento de hacerrido para EL UNIVERSAL Deportes para conocer más de la exposición que han montado en la llamada Casa México, ubicada en la galería Gostiny Dvor, muy cerca de la Plaza Roja.
«Trabajamos con un grupo que se llena Menchaca Studio y el lo hace con los huicholes; lo que hace es ayudarles a tener trabajo, educación», explica Zarkin.
Cada uno de los balones con arte huichol tiene un costo de mil dólares, de los cuales un porcentaje «justo» va a los artistas. «No se vende más barato, se vende en el precio que es porque es su esfuerzo... Poner cada chaquira una por una es su esfuerzo y son capaces de proveer para su familia a través de esto».
Con la visita de 5 a 6 mil personas por día, esperan que la habilidad artística de los huicholes sea valorada, lo mismo que la de los artistas mexicanos y de otros países, quienes se unieron al proyecto de pintar en 32 enormes balones que representan países participantes en la Copa del Mundo, además de uno extra, el de Qatar, que será la sede de este torneo en 2022.
«Empezamos esta exposición en la Ciudad de México, muy cerca del Ángel de la Información, y estaremos todo el Mundial… la gente está encantada y estamos llegando a diferentes culturas», añade la especialista en arte, quién al final detalla que más allá de vender una o cien piezas de las que pueden ser adquiridas por el público, «buscamos presentar lo que los mexicanos somos capaces de hacer…»