Christian Mendoza
CIUDAD DE MÉXICO, junio 5 (EL UNIVERSAL).- Cada choque contra la Selección Mexicana es especial. Oficial o amistoso, Honduras aprendió a no achicarse y ser digno rival cuando visita el Estadio Azteca, asegura el catracho Luis Fernando Garrido.
«Se juegan con mucha emoción, todos le queremos ganar a México, porque es una potencia, gustan porque realmente se juegan con los dientes apretados», comentó en entrevista telefónica para EL UNIVERSAL.
Garrido, volante de contención con el Deportivo Olimpia, destacó lo complejo que es el Tri en casa, condición que saca a flote el orgullo rival.
«Sabemos lo que significa México, no es fácil y menos ahora con esa Selección y cuerpo técnico, ahí saldrá la fortaleza [de Honduras] porque así le damos la debida importancia», dijo, quien vistió la casaca de la «H» de 2012 a 2015.
Pese a que el sueño mundialista de los catrachos peligra, al marchar en quinto lugar de las eliminatorias mundialistas de Concacaf, Luis es optimista para que su país se confirme por cuarta vez a un Mundial.
«Esperemos que todo salga bien, que [este jueves] puedan plantarse bien a México. No han salido bien las cosas, pero matemáticamente seguimos y por eso no descarto que darán pelea en el Azteca», presumió. «Ojalá en este partido se vea lo que Honduras ha trabajado, hay calidad con nuestros ‘extranjeros’, son una buena camada».
Respecto de la labor del entrenador nacional, Jorge Luis Pinto, Garrido atiza que el balance en el hexagonal —una victoria, un empate y dos derrotas— ha sido «inesperado, Pinto es un gran técnico, pero lastimosamente los resultados no se le han dado, pero llegarán».
Y si de esperanza mundialista se trata, el volante de 26 años es quien más se aferra a la distancia para que sus compatriotas clasifiquen, y de esa manera intentar retomar un lugar con su selección, luego de sufrir una brutal lesión de rodilla,
precisamente contra México en 2015, que lo dejó fuera de circulación. «Ya estoy muy bien, trabajando al cien y jugando con mi club, esperando otro llamado».