La UEFA ha emitido un comunicado en el que muestra su decepción por la metodología adoptada por la FIFA a la hora de abordar la cuestión de un Mundial cada dos años, del que, así mismo, repasa los «peligros reales» que puede haber en el caso de que saliera adelante.
El organismo europeo recuerda que en mayo de este año el Congreso de la FIFA encargó un estudio sobre la viabilidad de un Mundial masculino y femenino cada dos años.
La UEFA entiende que «viabilidad» abarca todos los efectos y consecuencias e incluye todas las cuestiones relacionadas con: calendario, formatos, fases previas, impacto en competiciones de clubes y selecciones existentes, oportunidades deportivas y comerciales, impacto en la salud física y mental de los futbolistas, en los aficionados, sostenibilidad de los viajes de estos.
También con evaluar el balance de oportunidades que tendrían las selecciones de las 211 federaciones de la FIFA para desarrollarse en un escenario «tan radicalmente cambiado»; «el impacto de una mayor frecuencia de torneos finales del Mundial en el valor y el atractivo del evento y su marca» y «en el sistema deportivo mundial y el respeto que el fútbol, como deporte más seguido en todo el mundo, debe mostrar a los espacios consolidados de exposición y explotación utilizados por otros deportes».
A la espera de conocer los resultados del estudio, la UEFA «reconoce que la FIFA ha presentado una propuesta que implica la duplicación de los torneos finales del Mundial a partir de 2028, así como de las fases finales de los torneos de las Confederaciones a partir de 2025, combinada con una reestructuración masiva de las fechas reservadas por el Calendario Internacional de Partidos para los encuentros que disputan regularmente las 211 federaciones miembro de la FIFA».
«La UEFA está decepcionada con la metodología adoptada, que hasta ahora ha llevado a que se comuniquen y promuevan abiertamente los proyectos de reforma radical antes de haber tenido, junto con otras partes interesadas, la oportunidad de participar en cualquier reunión de consulta», dice.
A su juicio, «este plan conlleva peligros reales», como «la disminución del valor del primer acontecimiento futbolístico mundial, cuya celebración cada cuatro años le confiere una mística con la que han crecido generaciones de aficionados».
También entiende que erosiona «las oportunidades deportivas de las selecciones nacionales más débiles al sustituir los partidos normales por fases finales», y supone un «riesgo para la sostenibilidad de los jugadores, obligados a participar en competiciones veraniegas de alta intensidad cada año en lugar de realizar pausas de recuperación más largas en años alternos», así como «para el futuro de los torneos femeninos, privados de espacios exclusivos y eclipsados por la proximidad de los principales eventos masculinos».
La UEFA incide en que «estas son sólo algunas de las serias preocupaciones que la propuesta de la FIFA provoca a primera vista y no pueden ser disipadas simplemente con eslóganes promocionales sin fundamento sobre los supuestos beneficios de un calendario más grueso para las fases finales».
El organismo futbolístico europeo opina que «el futuro del calendario internacional debe ser objeto de una auténtica consulta e intercambio entre la FIFA, las confederaciones y las principales partes interesadas en las competiciones, comenzando con una discusión abierta sobre los problemas percibidos y considerando una serie de soluciones que se identificarán en el curso del debate, teniendo en cuenta el interés del juego y el punto de vista legítimo de las diferentes partes».
La UEFA, que agrega que el 14 de septiembre, junto a sus 55 federaciones, solicitó a la FIFA que organizara una reunión especial «para poder expresar sus preocupaciones sobre el impacto de dichos planes», pero que hasta ahora no han recibido respuesta a su petición.
La UEFA ha emitido un comunicado en el que muestra su decepción por la metodología adoptada por la FIFA a la hora de abordar la cuestión de un Mundial cada dos años, del que, así mismo, repasa los «peligros reales» que puede haber en el caso de que saliera adelante.
El organismo europeo recuerda que en mayo de este año el Congreso de la FIFA encargó un estudio sobre la viabilidad de un Mundial masculino y femenino cada dos años.
La UEFA entiende que «viabilidad» abarca todos los efectos y consecuencias e incluye todas las cuestiones relacionadas con: calendario, formatos, fases previas, impacto en competiciones de clubes y selecciones existentes, oportunidades deportivas y comerciales, impacto en la salud física y mental de los futbolistas, en los aficionados, sostenibilidad de los viajes de estos.
También con evaluar el balance de oportunidades que tendrían las selecciones de las 211 federaciones de la FIFA para desarrollarse en un escenario «tan radicalmente cambiado»; «el impacto de una mayor frecuencia de torneos finales del Mundial en el valor y el atractivo del evento y su marca» y «en el sistema deportivo mundial y el respeto que el fútbol, como deporte más seguido en todo el mundo, debe mostrar a los espacios consolidados de exposición y explotación utilizados por otros deportes».
A la espera de conocer los resultados del estudio, la UEFA «reconoce que la FIFA ha presentado una propuesta que implica la duplicación de los torneos finales del Mundial a partir de 2028, así como de las fases finales de los torneos de las Confederaciones a partir de 2025, combinada con una reestructuración masiva de las fechas reservadas por el Calendario Internacional de Partidos para los encuentros que disputan regularmente las 211 federaciones miembro de la FIFA».
«La UEFA está decepcionada con la metodología adoptada, que hasta ahora ha llevado a que se comuniquen y promuevan abiertamente los proyectos de reforma radical antes de haber tenido, junto con otras partes interesadas, la oportunidad de participar en cualquier reunión de consulta», dice.
A su juicio, «este plan conlleva peligros reales», como «la disminución del valor del primer acontecimiento futbolístico mundial, cuya celebración cada cuatro años le confiere una mística con la que han crecido generaciones de aficionados».
También entiende que erosiona «las oportunidades deportivas de las selecciones nacionales más débiles al sustituir los partidos normales por fases finales», y supone un «riesgo para la sostenibilidad de los jugadores, obligados a participar en competiciones veraniegas de alta intensidad cada año en lugar de realizar pausas de recuperación más largas en años alternos», así como «para el futuro de los torneos femeninos, privados de espacios exclusivos y eclipsados por la proximidad de los principales eventos masculinos».
La UEFA incide en que «estas son sólo algunas de las serias preocupaciones que la propuesta de la FIFA provoca a primera vista y no pueden ser disipadas simplemente con eslóganes promocionales sin fundamento sobre los supuestos beneficios de un calendario más grueso para las fases finales».
El organismo futbolístico europeo opina que «el futuro del calendario internacional debe ser objeto de una auténtica consulta e intercambio entre la FIFA, las confederaciones y las principales partes interesadas en las competiciones, comenzando con una discusión abierta sobre los problemas percibidos y considerando una serie de soluciones que se identificarán en el curso del debate, teniendo en cuenta el interés del juego y el punto de vista legítimo de las diferentes partes».
La UEFA, que agrega que el 14 de septiembre, junto a sus 55 federaciones, solicitó a la FIFA que organizara una reunión especial «para poder expresar sus preocupaciones sobre el impacto de dichos planes», pero que hasta ahora no han recibido respuesta a su petición.