El Universal
Hombre de poblado bigote y recio carácter, que no olvidará el año que está por terminar. Con casi un cuarto de siglo como director técnico, Ricardo Ferretti ingresó a la bóveda celestial durante 2015, impulsado por un ‘sui géneris’ grupo de tigres con hambre insaciable.
Del liderato en el Clausura 2015 a la final de la Copa Libertadores y el título ganado antenoche sobre el césped del estadio Olímpico Universitario, sin olvidar el exitoso ‘bomberazo’ en la Selección Nacional.
Es el ‘Tuca’, el explosivo estratega al que jamás han despedido durante el transcurso de un campeonato, el del lenguaje florido y las rabietas a flor de piel, el que emuló a Carlos Miloc tras adjudicarse su segunda corona liguera en el banquillo de los felinos regiomontanos.
Todavía sin los refuerzos cinco estrellas (André-Pierre Gignac, Javier Aquino y Jürgen Damm), guió a los norteños al liderato del certamen disputado en el primer semestre. El Santos Laguna, que a la postre dio la vuelta olímpica, los eliminó en cuartos de final.
A la par de ese certamen jugaron la Libertadores, que fue interrumpida por la celebración de la Copa América. Se presentaron remasterizados para la semifinal ante el Internacional de Porto Alegre. Su calidad les permitió ser el tercer club mexicano que alcanza la serie por el título continental (Cruz Azul 2001 y Guadalajara 2010).
La goleada que les propinó el River Plate en Buenos Aires, Argentina (0-3), no disminuyó el orgullo de un pueblo que demandaba dar la vuelta olímpica en diciembre.
Antes de eso, el ogro bigotón cumplió un exitoso interinato en el Tricolor. Lo clasificó a la Confederaciones Rusia 2017 y rompió una racha de media docena de juegos sin vencer a Estados Unidos.
Y el colofón fue mágico, aunque muy sufrido. Dio a los Tigres su cuarto título de Liga, producto de la combinación formada por talento y orden táctico.
“La disciplina de Ricardo Ferretti no es negociable”, comparte Alejandro Rodríguez, presidente de la institución norteña. “Es una persona obsesiva con el trabajo, busca poder compartir experiencia a los más jóvenes, para que trasciendan en el mundo del futbol. Eso es lo que le ha dado resultados”.
“Es uno de los mejores entrenadores que he tenido. Siempre le aprendes algo”, complementa el guardameta Nahuel Guzmán. “Es muy humano, siempre abierto a escuchar a la gente”.
Lo que le ayudó a ser el hombre del año, pese a los sobresaltos en los juegos decisivos.