El Universal
Igualar con el Veracruz en casa y quedar prácticamente eliminado fulmina la tranquilidad que Tomás Boy había irradiado como director técnico del Cruz Azul.
El ‘Jefe’ reparte culpas, aunque la mayor parte es depositada al árbitro Fernando Guerrero, a quien fustiga por señalar como penalti aquel contacto de Fabio Santos sobre Julio Furch y no medir igual la jugada en la que Leobardo López parece trastabillar a Joao Rojas.
Ha vuelto el estratega explosivo, cuya sangre hierve aún más cuando se siente perjudicado. “El resultado me deja muy mal, porque no puedo creer que nos empate un equipo que no tiró a gol”, sentencia. “Si eso es penalti… En cambio, a Joao Rojas le hacen uno; Leobardo López se lo lleva. Es injusto. No conozco tanto al árbitro para saber si se equivocó a propósito o no”.
De lo que sí está convencido es que se le ha escapado la posibilidad de meterse a la Liguilla. Es entonces cuando agrega el último aderezo a la fórmula del dolor: esa mala suerte que ha distinguido a los Cementeros. “Hoy [ayer] era un día especial, porque había que ganar, pero luego el karma nos alcanza”, atina.
“Me molesta mucho la marcación [del penalti]. El equipo mereció la victoria. Nos faltó meterla y que el árbitro no se equivocara”.
Ha vuelto Boy, el que tiene respuesta para todos. “Está clarísimo que el gol de Furch no era legítimo y que no era penalti, aunque sabemos que los árbitros pueden equivocarse”, matiza.
Suficiente para dejarlo al borde de la cornisa, aunque no pierde la fe en ganar los tres juegos que le restan (Toluca, Pachuca y Tigres).
“Desde que llegué, hemos estado jugando finales. Lo que me molesta es que en casa no hemos terminado la tarea”, admite.
Carlos Reinoso. El técnico del Veracruz tampoco se va contento. “Merecíamos un poquito más que Cruz Azul, y eso que ellos han mejorado”, asegura el ‘Maestro’. “Por muchos lapsos fuimos mejores”.