CIUDAD DE MÉXICO, septiembre 18 (EL UNIVERSAL).- La Copa, el torneo radicado en el inframundo, ha tomado vida. Los clásicos, capitalino y tapatío, además de la eliminación directa en la fase de octavos de final, hace que la afición voltee al fin a estos partidos, ignorados en su fase de grupos.
Los clubes también toman otra personalidad al respecto. América, Cruz Azul, Guadalajara y Atlas, se ponen serios, y en su mayoría, en vez de seguir experimentando con alineaciones llenas de jóvenes y foráneos de poca monta, deciden echar la carne al asador, arriesgando a sus «estrellas» a pesar de que el fin de semana en la Liga, se jueguen la clasificación.
“Usaremos a los que pensamos que son los más competitivos, al mejor plantel disponible. Son dos clásicos (el fin de semana jugará contra Chivas) y tenemos que salir a ganarlos», dijo Miguel Herrera, entrenador del América, dejando ver que pondrá a su mejor cuadro para jugar contra La Máquina, cuando regularmente combina a gente de la cantera con «titulares».
En tanto que Francisco Jémez, técnico cementero quiso guardar en secreto su cuadro: «hay que ver cómo están los jugadores porque el partido es muy cercano. Hay que valorar eso en estos días, para formar el mejor once porque vamos contra uno de los mejores equipos de México». El español también es de los que combina la alineación cuando de Copa se trata.
El único que se abrió de capa fue Matías Almeyda, el pastor de Guadalajara.
El argentino fue directo: jugará contra el Atlas como siempre lo ha hecho en Copa, con sus «novatos». «No tenemos por qué cambiar. Van los jóvenes.
Llevamos tres torneos llegando a la final (dos ganadas) y siempre lo hemos hecho de la misma forma», aseguró el estratega.
La Copa ha tomado vida. Antes ignorada ahora será vista por todos, gracias a los clásicos de la Ciudad de México y Guadalajara.