GUADALUPE, NL., diciembre 11 (EL UNIVERSAL).- Con su sexta estrella entre las garras, en Tigres lanzan un rugido de advertencia para el futbol mexicano: «Ya es hora de que nos tienen que voltear a ver», dijo Javier Aquino.
«Somos grandes, ya es momento de que los demás tienen que voltear y reconocer, ya tengo cinco torneos y cuatro finales, qué más quieren para decir que somos grandes», señaló Aquino durante la celebración.
Y así lo imaginó. Su regreso al futbol mexicano fue para cosechar grandes triunfos. Después de ser repatriado por Cruz Azul, en 2012, el mediocampista llegó a Tigres en 2015, donde su carrera ha ido en alto, como el cerro de La Silla. «Hoy lo logramos, porque jugamos con mentalidad ganadora, salimos adelante, el equipo es de experiencia en finales».
«Es una sensación indescriptible, [Monterrey] era el equipo a vencer en la Liga y la Liguilla, tiene gran capacidad, pero nosotros somos un equipo con determinación. Claro que mi regreso a México me lo imaginaba así, Tigres es un plantel con gran estructura, vine acá con todas las ganas y hambre de triunfo», atizó.
Mientras, Francisco Meza, héroe de la final al cerrar el global 2-3 con un gol de cabeza, consideró que es uno de los mejores momentos en su carrera, aunque prefiere dar mayor crédito al equipo
«Hay que disfrutarlo, es incomparable haber ganado esta final. La gente reconoce el trabajo de lo que es este equipo, yo llegué a aportar, estoy muy feliz por eso, independientemente del gol que hice, es algo lindo lo que siento».
Y con mención especial hacia el hombre que confió en él, para suplir al suspendido Hugo Ayala. Por su parte, el guardameta felino Nahuel Guzmán apuntó el valor que adquiere el nuevo integrante de la vitrina universitaria. «Hemos agregado buen futbol, fuimos superiores futbolísticamente, tiene un gran significado para nosotros».