Quizá Tigres no sea considerado como uno de los equipos grandes del futbol mexicano.
Lo cierto, es que hay uno que sí ha perdido esa grandeza: los Pumas.
El equipo universitario sigue en una caída libre que parece concluirá con un fracaso más en la era de Rodrigo Ares de Parga, en esta ocasión, no alcanzarán Liguilla. No contaron con André – pierre Gignac, pero sí con Julián Quiñones, quien hizo un doblete para que Tigres venciera 2-0 a los Pumas en el estadio Universitario y se afianzara de la segunda posición con 29 puntos. Después del fracaso de media semana en la Copa MX ante los Bravos de Juárez, llegó la difícil vista a la Sultana del Norte.
Han pasado cinco años desde la última vez que Pumas ganó en el Volcán, fue en el Clausura 2014 (1-2). El negro historial para los del Pedregal continuará. Los capitalinos nunca fueron superiores, pero sí pudieron abrir el marcador. Una increíble falla de Martín Rodríguez al minuto 21 dentro área al mandar el balón por un costado del arco de Nahuel Guzmán.Juan Manuel Iturbe tuvo otra oportunidad minutos después y tampoco concreto. Siete minutos después, Julián Quiñones aprovechó una mala marca de Alan Mozo para abrir el marcador en un tiro de esquina. Al 52′ aceptó otro regalo de la zaga auriazul, se quitó al Pollo Saldívar y definió para firmar su doblete.
Pumas jamás despertó. Tigres tocó a placer el esférico y agotó el tiempo. Las ideas en el banquillo no llegaron y las tres modificaciones no dieron resultados. Al término del partido la reacción de los jugadores lo dijo todo. La cabeza baja, Marioni de brazos cruzados y poco apoyo entre ellos. Pumas se hunde. No fue David Patiño, No es Bruno Marioni, la solución de los auriazules parece indescifrable.