El Universal
No cuenta con la fama de Javier Hernández ni lo rodea un aura de misterio como a Carlos Vela. Pero Jesús Manuel Corona no deja de sorprender.
El ‘Tecatito’ se convirtió en la revelación mexicana en toda Europa, siendo pieza fundamental en el Twente de Holanda, donde sobresalió.
Tanto ha destacado el volante, que Miguel Herrera, técnico nacional, lo ha elegido para ser el único jugador que tendrá un verano completo, porque “es de nuestros mejores jugadores”.
Pero no todo fue fácil. A inicios del torneo holandés, el ‘Tecatito’ estaba desaparecido, estaba “borrado” del conjunto holandés, parecía que su carrera se acaba, y fue porque “le falté el respeto al futbol”.
Cuando se dio cuenta de eso, cuando se dio cuenta que su falta de profesionalismo afectó su carrera, Jesús Manuel, nacido en Hermosillo, Sonora, hace 22 años, el “chip” del jugador cambió y en la cancha se vieron los dividendos.
—¿Qué fue lo que pasó para que dieras el salto?
“Fueron las críticas, eso me llegó”, responde. En sus momentos de oscuridad, el técnico del Twente lo evidenció, dijo a los medios que el mexicano “no era profesional”, y que estaba “hasta pasado de peso”.
Eso hizo reflexionar al ‘Tecatito’… “Le falte el respeto al futbol, cuando me dijeron eso me di cuenta”.
No le echa la culpa a nadie, ni a la distancia ni a la competencia, “fue una falta de responsabilidad mía. Lo acepté desde el primer minuto que me lo dijeron y comencé a trabajar, y ese trabajo me ha dado buenas cuentas”.
Fue un golpe duro, seco, de esos que duelen muy adentro. “Me di cuenta de lo que pasaba, tenía que darle vuelta a la página y volver a la humildad”.
Y ser humilde con todas las alabanzas que se ha ganado en su resurgimiento, ha sido complicado. Quién no se sube a la nube…
“La verdad es que estoy agradecido por los buenos comentarios”, argumenta conmovido. “Debo de seguir por el mismo camino, pensar en el equipo, en mi selección. Mi cabeza debe de estar ahí y no volverme loco”.
Apenas tiene 22 años… Apenas mide 1.67 metros, menos de 70 kilos y así enfrenta torres europeas.
—¿Eres un descarado?
“Intento serlo. Disfruto el futbol, si sale, sale. Eso [desbordar] es lo que me gusta. Si no sale, hay que volver por la pelota”.
Ese descaro lo trae desde pequeño, desde las calles de Hermosillo, cuando jugaba con los amigos de su hermano mayor. “Mi carnal me lleva ocho años y yo jugaba con él y sus amigos cuando apenas tenía 8. Así que no me asusta el choque, lo disfruto. No pasa nada”.
—¿No te duelen las patadas?
“Las patadas, el aventarte… de que dolía, dolía, pero lo que más me gustaba era el futbol. Vale la pena”.
La juventud es un divino tesoro, por eso y más por su juego, Herrera no le dará descanso, y jugará tanto la Copa Oro como la Copa América.
“Es un año ocupadísimo, pero todos [los mexicanos en Europa] hemos tenido una buena temporada”.
—¿Te la juegas por el ‘Piojo’?
“Miguel es alguien muy abierto, que da posibilidad de tener confianza en todos los aspectos. Tengo que devolverle la confianza y eso es haciendo buen futbol”.