Incluso en suelo mexicano, Gerardo Martino guarda silencio hasta no ser presentado oficialmente como el nuevo seleccionador nacional. El timonel argentino y cinco elementos que conformarán su cuerpo técnico arribaron ayer a la Ciudad de México, procedentes de Buenos Aires, con total hermetismo.
Esperaron más de 20 minutos para reclamar su equipaje y después emprender el escape del aeropuerto capitalino, donde una comitiva de la Federación Mexicana de Futbol (FMF) se encargó de poner al próximo estratega tricolor fuera del alcance de la prensa, que por breves instantes lo captó a su llegada.
Manos a la obra. El Tata ya tomó el descanso necesario tras conquistar la MLS y pasar tiempo con su familia en Argentina. Sólo falta hacerlo oficial, para que ponga en marcha el proceso mundialista de 2022, con opción de renovar cuatro años más.
La FMF lo presentaría mañana como el nuevo director técnico de la Selección Mexicana. En el anuncio frente a cámaras y micrófonos, el entrenador de 56 años de edad explicaría su plan de trabajo, que consistirá en mini ciclos que servirán para reunir a elementos de la Liga MX, antes de los amistosos contra Chile y Paraguay, en marzo próximo, y así echar a andar el cambio generacional.