Por la mañana lo anunció el técnico de Argentina, Lionel Scaloni: El césped que colocaron en el Alamodome para el partido de mañana no estaba en buenas condiciones. Por la tarde, cuando fue el momento para que México pisara la cancha, más cosas subieron de tono.
Gerardo Torrado, director general deportivo de la FMF, e Ignacio Hierro, director deportivo de Selecciones Nacionales, manifestaron la molestia por el césped a Pablo Zárate de SUM, quién intentaba explicarles lo sucedido.
Pero todavía no lograba convencerlos cuando después se unió el propio Martino a la charla. El estratega de la Selección Nacional señalaba el pasto, lo pisaba como para mostrarle al miembro de los organizadores del partido, que no es un campo de calidad.
Poco más de cinco minutos de charla entre estos cuatro personajes y la conclusión de los peligros para los futbolistas de jugar sobre un terreno de juego que se instaló hace apenas un par de días.
Una capa de pasto natural sobre el artificial que existe en el estadio y que según algunos futbolistas no es nada cómodo para jugar, está flojo y puede ser peligroso para la integridad de los que estén en la cancha.