Día de clásico, clásico regio, en el que las pasiones se desbordan. En el que los niños se vuelven hombres.
Es el Rayados-Tigres. La U contra el Monterrey. Es el clásico número 121, el que viene inmediatamente después de la final de la Concacaf, que ganó La Pandilla.
Y Rodolfo Pizarro toma el protagonismo de frente, está de vuelta. “Sí, somos los favoritos”, dice el canterano del Pachuca y da sus razones para poner a las rayas azul y blanco por encima de los de amarillo y azul. “Somos los que ganamos la más reciente final [la de la Liga de Campeones de la Concacaf], ¿no? Así que debemos tomar esta serie”.
No ha sido fácil llegar hasta estas instancias, la temporada del Monterrey,a pesar de haber terminado en tercer lugar, estuvo llena de altibajos y críticas fuertes a su técnico Diego Alonso y algunos jugadores. “Pero eso lo dejamos atrás, ahora estamos enfocados en estos dos juegos tan importantes para todos nosotros. No fue fácil llegar aquí, pasamos 17 fechas y estos cuartos contra el Necaxa, que fue un rival muy duro”, dijo el volante.
Pero todo eso quedó atrás, en el pasado reciente, ahora viene el acérrimo rival, viene el Tigre de la Universidad Autónoma de Nuevo León, al que le ganaron la final de la Concacaf, pero que también les ganó la final de Liga en aquella histórica serie regia. Unas por otras: “Hay que salir a jugar como lo hemos hecho durante todo el torneo. Hay que salir con mucha confianza en nosotros mismos, hay que salir a presionarlos desde un inicio y movernos mucho durante todo el partido”.
Y para que quede claro, sin falsa humildad, sin falsos miramientos, con toda la confianza en sí mismo, expresó: “Sí, somos los favoritos, somos los actuales campeones [de la Concacaf] y por eso arrancamos como el rival a vencer”.
Los números. Las estadísticas entre los dos equipos reflejan igualdad. De los 120 juegos disputados en todas las competencias, Tigres tiene 41 partidos ganados, por 40 de Monterrey, con un total de 38 empates y un juego suspendido. Más parejo, imposible.