La salida de Javier Salinas de la presidencia de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) ayudó a restablecer las relaciones con Grandes Ligas, para poder modificar el acuerdo de transferencia de peloteros que firmó el directivo y que perjudica a los equipos mexicanos, que prácticamente el último año “regalaron” los derechos de los prospectos que fueron firmados por las organizaciones de la pelota en Estados Unidos.
Con Horacio de la Vega ahora al frente de la LMB, existe buena voluntad para trabajar de nuevo en conjunto, luego de que las negociaciones el año pasado crearon fricciones entre los dos circuitos.