En España aseguran que Luis Suárez es uno de los primeros señalados tras el fiasco de temporada del Barcelona, sin títulos y humillados en la Champions League.
El uruguayo ya replicó y le pidió al club, públicamente, que hablen con él de frente. Porque si no lo quieren, “que me lo digan directamente, sin filtraciones».
Suárez, de 33 años de edad, dijo: “Se habla de nombres que dijo el presidente [Josep Maria Bartomeu], de cambios que pueden darse, pero a mí nadie me dijo que quieran prescindir de mí. Si es el deseo del Barcelona, estaría bien que el responsable hable directamente conmigo… que soy uno de los que quieren que salga”.
El delantero cerró la temporada con 21 goles en 36 partidos disputados esta campaña, todo indica que el charrúa vive sus últimos minutos en Cataluña, a pesar de que nadie le ha dicho lo contrario.
«Yo también quiero lo mejor para el club y mi idea es seguir, pero, si desde el club deciden que soy prescindible, no tengo inconveniente de hablar con los que deciden”, explicó a El País, además de revelar de que todavía no ha tenido contacto con Ronald Koeman, nuevo entrenador blaugrana.
Suárez comparo la situación con el Real Madrid del año pasado, cuando el club blanco se fue en vano, despidieron a dos estrategas y que la prensa decía que varios futbolistas ya estaban acabados.
Con 198 goles en seis años, Luis es el tercer máximo goleador en la historia del Barca, por detrás de Lionel Messi (634) y César Rodríguez (232). Siente tanto los colores que, incluso, aceptaría un puesto en el banquillo.
“Que siempre cuenten conmigo, quiero seguir aportando todo lo que pueda. Aceptaría un rol de suplente tal como lo acepté durante roda mi carrera. [La competencia] es buena. Si el entrenador considera que tengo que empezar desde el banquillo, no tengo problema para ayudar al equipo con el rol que me otorguen”.
Suárez reconoció que la goleada (2-8) en manos del Bayern Munich fue intolerable para los aficionados blaugrana.
“Ya se sabe que con la derrota se dispara contra todo y contra todos. Honestamente creo que falta coherencia, paciencia y sobre todo memoria. Cuando falta conocimiento y argumentos para explicar las cosas a fondo se suele sacar un motivo fácil y simple. Todavía puedo aportarle mucho al Barcelona».