El Universal
El Barcelona cedió hoy parte de su ventaja al frente de la Liga española de fútbol al empatar 2-2 con un Sevilla que, con la igualada en los últimos minutos del duelo, prolongó a 32 los partidos sin conocer la derrota en su cancha.
El gol del francés Kevin Gameiro en el minuto 82 puso el 2-2 en el marcador y birló dos puntos al Barcelona, que se había adelantado en el 14′ con un tanto del argentino Lionel Messi y había aumentado su ventaja en el 30′ con otro del brasileño Neymar. El argentino Éver Banega había firmado el 2-1 para el Sevilla al 37′.
El equipo dirigido por Luis Enrique vio así cómo el Real Madrid, que horas antes se había impuesto al Eibar por 2-0, recortaba su desventaja a dos unidades.
La presión del conjunto blanco no pareció intimidar inicialmente al Barcelona, que protagonizó una gran primera parte y supo defenderse bien en la segunda, hasta que Gameiro aprovechó un fallo defensivo de los azulgranas para prolongar su racha en casa.
La última derrota del equipo dirigido por Unai Emery en el estadio Sánchez Pizjuán había sido hace un año precisamente ante el Barcelona.
Con 75 puntos, el Barcelona mantuvo su condición de líder de la Liga, pero, a ocho jornadas para la conclusión del campeonato, cedió terreno ante el Real Madrid.
Y sin embargo, y a diferencia de lo que había hecho en las dos fechas anteriores, el conjunto dirigido por el español Luis Enrique ofreció su mejor versión desde el inicio del encuentro. El Barcelona se mostró con las líneas muy juntas, perfectamente asentado en la cancha, capaz de imponerse a la buena organización del Sevilla, que sólo pudo defenderse durante un buen tramo de la primera parte debido a la intensa presión de los azulgrana.
En una de las acometidas de los dirigidos por Luis Enrique, al cuarto de hora de partido, Messi abrió el marcador con un gol maravilloso. El astro argentino recibió un pase de Neymar y, con una fabulosa rosca que se fue al palo izquierdo de Sergio Rico superó a toda la defensa del Sevilla.
El tanto, muy similar al que marcó en la pasada fecha frente al Almería, aumentó la cuenta goleadora de Messi a 34, cuatro menos que los que cuenta el portugués Cristiano Ronaldo, y premió la tremenda superioridad de los azulgrana, que protagonizaron una primera media hora de gran fútbol.
El Barcelona, no obstante, generó más juego que ocasiones y tuvo que esperar a que Messi le cediera el lanzamiento de una falta a Neymar para aumentar su ventaja. Con permiso del argentino, el delantero brasileño coló por la escuadra de Rico la falta cometida sobre el uruguayo Luis Suárez en el borde del área sevillista para subir el 2-0 al marcador.
El propio Suárez no acertó a marcar el tercero minutos después tras un buen servicio de Neymar y el tanto acabó cayendo en el área opuesta, fruto de un punterazo de Banega que el chileno Claudio Bravo no supo atajar.
El gol de los dirigidos por Emery, que apenas se habían acercado al área del Barcelona, sembró las dudas entre los azulgranas, que cedieron terreno ante el animado Sevilla y vieron cómo Banega amenazó con firmar el empate en la siguiente jugada.
Sin llegar a nivelarse, las fuerzas de unos y otros se acercaron y las ocasiones se sucedieron en una y otra área hasta que Neymar provocó una falta en el mismo lugar que la que convirtió y Rico tuvo que estirarse como una goma para despejar con su mano el envenenado remate de Messi.
Sólo la pausa frenó el intensísimo choque, que se reanudó con mayor dominio del Barcelona, que contó una doble ocasión de Andrés Iniesta y Suárez en el inicio, antes de comenzar a notar la creciente presión de los andaluces.
Los dirigidos por Emery aumentaron la intensidad y su tiempo de posesión, pero apenas la claridad de sus ocasiones, bien desmontadas por la zaga azulgrana, que volvió a tener en Gerard Piqué a su hombre más sólido. Tampoco desentonó el francés Jéremy Mathieu, que lo acompañó en el centro de la defensa, en el lugar habitual del argentino Javier Mascherano.
La solidez defensiva le evitó más de un susto al Barcelona, pero no el empate, que firmó Gameiro en los minutos finales, cuando los azulgrana ya contaban los tres puntos.
Muy poco incisivo en la segunda parte, el equipo de Luis Enrique cedió terreno en la cabeza de la Liga ante uno de los rivales más temidos, que el Real Madrid deberá aún enfrentar pasando por el Sánchez Pizjuán.
Feliz con la igualada, el Sevilla, quinto, empató a 62 puntos con el Valencia, que el lunes se mide al Elche.