A 689 días del inicio de la Copa del Mundo de 2026, dos de las tres federaciones anfitrionas viven en la incertidumbre.
No tienen director técnico.
Desde hace varios años Estados Unidos y México dominan la Concacaf, sus selecciones y clubes mandan en la zona, pero a menos de dos años de la Copa Mundial organizada junto con Canadá, sus proyectos deportivos no tienen rumbo. La Copa América realizada en Estados Unidos, la que sería un buen examen para saber dónde estaban parados los equipos, resultó un golpe a su realidad.
Estados Unidos no pasó de la primera ronda y Gregg Berhalter fue despedido. Lo mismo sucedió con Jaime Lozano, aunque quizá por diferentes caminos.
Lo de Gregg Berhalter se alargó más de lo planeado. Después del Mundial de Qatar 2022 salieron a la luz sus diferencias con el plantel. El técnico fue separado por un tiempo del equipo, cuando los padres de Claudio Reyna evidenciaron que tenía un violento pasado conyugal. Pasado el huracán, regresó al cargo, pero se notó que se había perdido la química con el grupo.
Los nombres de Jürgen Klopp, Thierry Henry, Hugo Pérez y Massimiliano Allegri son los que suenan, pero hoy no se ve en el horizonte algo de claridad.
Jaime Lozano se fue por la puerta de atrás del Tricolor. Entró como “el salvador”, se fue con la careta de culpable… El Jimmy ha sido señalado como el responsable de la crisis mexicana, de no dejarse ayudar, y por dignidad, decidió dar un paso al costado.
En agosto Javier Aguirre —todo hace indicar— vivirá su tercera etapa en el Tricolor.
Pero lo único seguro es que los anfitriones de la Copa del Mundo 2026 viven en la total incertidumbre.