Después de la derrota ante Brasil en semifinales, Sebastián Córdova prometió que el Tricolor no regresaría a México con las manos vacías.
Es por eso que es uno de los chicos con la sonrisa más acentuada, más allá de que recibirán la medalla hasta este sábado, después de la final entre Brasil y España, en Yokohama.
«Lo prometido es deuda, cada quien se lo prometió a alguien, yo en especial a mi familia, a mi novia, a todos mis seres queridos», comparte el volante del América. «Vine por una medalla y nos vamos con una».
Córdova es uno de los líderes futbolísticos y morales de un equipo que cumplió, aunque hubieran querido que fuera de oro.
«El grupo se comportó a la altura, hizo un torneo muy bueno, no cualquiera puede llegar acá a conseguir una medalla«, sentencia.