CIUDAD DE MÉXICO, enero 2 (EL UNIVERSAL).- Con apenas 134 partidos en Primera División y con 22 años de edad, Rodolfo Pizarro, quien debutará con Pachuca en septiembre de 2012, llegó al Guadalajara como su más grande refuerzo de cara al Clausura 2017.
Jugador de buena calidad en el medio campo, tendrá que responder de inmediato a las exigencias de Chivas, que ya lejos de los últimos lugares de la porcentual, tiene puesta la mirada en ganar el título de Liga.
Aunque los Tuzos comentaron que el volante, campeón con Pachuca en el Clausura 2016, no sería vendido al extranjero, bastaron supuestamente 15 millones de dólares para que la directiva rojiblanca se hiciera de su nueva joya.
Con ocho goles en el máximo circuito Pizarro forma parte ya del cambio generacional de la Selección Mexicana, con la que ya acumula seis duelos disputados y una anotación.
De tal manera, Pizarro tendrá que ser piedra angular para que el Rebaño supere lo hecho en el recién terminado Clausura 2016, donde los tapatíos quedaron eliminados en los Cuartos de Final por el América.
Junto a Rodolfo, Chivas regresó al equipo al delantero Carlos Fierro (Querétaro), quien por su poca productividad seguramente pasará más minutos en la banca, al mismo tiempo de hacerse de los servicios de Guillermo Martínez, proveniente de Coras Tepic.