CIUDAD DE MÉXICO, julio 5 (EL UNIVERSAL).- Los tricolores regresaron a México insatisfechos. Aceptaron que quedaron a deber en la Copa Confederaciones y que son y serán criticados. «Hay que seguir trabajando», fue lo más recurrido.
Incluso, estuvieron incómodos a su llegada al aeropuerto, rodeados de periodistas y aficionados. El colmo se dio cuando le pegaron un «camarazo» en la cabeza al «Chucky» Hirving Lozano.
Con muchos trabajos, Lozano se detuvo a dar declaraciones y cuando mencionaba: «Merecíamos más, aunque para mí fue de mucha experiencia; no fue un fracaso», recibió el trancazo con una cámara y se retiró diciendo: «Ya me pegaron, ya me pegaron».
INCONFORMES. El que sí se detuvo unos segundos fue Javier Aquino, quien no tuvo otra que reconocer que el cuarto sitio no los dejó conformes.
«Esperábamos algo más, pero las circunstancias fueron así. Aprendimos a competir contra los mejores».
Su paso aceleró cuando se le preguntó cuál fue el aprendizaje del torneo.
«La verdad hay muchos aspectos positivos, hay que trabajar duro y llegaremos a un nivel óptimo más adelante».
BIEN CLARITO. Por más que se le insistió a Oribe Peralta que diera alguna opinión sobre el cuarto lugar del Tri, decidió salir en silencio.