El Real Madrid se situó hoy como nuevo líder de la Liga española de futbol al vencer por 2-1 al Betis gracias a un nuevo gol de Sergio Ramos en los minutos finales, algo que el central ya convirtió en costumbre.
El encuentro, correspondiente a la vigesimoséptima jornada del torneo español, se abrió con la posibilidad de que el equipo de Zinedine Zidane arrebatara el liderato al Barcelona tras caer éste por 2-1 ante el Deportivo de La Coruña. Lo logró con angustia para situarse con 62 puntos, dos puntos más que los azulgranas y con un partido por jugar ante el Celta de Vigo.
El Real Madrid se mueve en el alambre y cuando parece que va a caer por ahí aparece Ramos y su cabeza. Sufrió mucho ante el Betis y su capitán lo rescató una vez más.
La primera parte tuvo dos goles, relativo buen juego del Real Madrid, repliegue intensivo del Betis, un error clamoroso de Keylor Navas y polémica arbitral.
A los 21 minutos, Navas derribó a Brasanac fuera del área cuando el jugador bético se disponía a marcar y el juez, Mateu Lahoz, entendió que fue un choque fortuito. Pudo haberle costado la roja al costarricense.
Igual todavía estaba pensando en esa jugada dos minutos después, cuando regaló el gol del Betis. Sanabria disparó y Navas pareció retener el balón. Pero de pronto, y sin saberse muy bien cómo, la pelota acabó traspasando la línea después de que el arquero blanco se enredara con él.
El Betis pasó entonces a defender con diez jugadores en su área o en las proximidades, aunque disimuló intentando tirar algún contraataque. El Real Madrid intentó con ortodoxia romper el muro rival y tardó 40 minutos en hacerlo. Fue entonces cuando centró Marcelo y Cristiano Ronaldo remató a placer con la cabeza.
La segunda parte fue diferente, una agonía para el Real Madrid. El Betis cambió radicalmente su planteamiento y fue a buscar al equipo blanco al campo contrario, casi con marcas individuales, y el duelo se equilibró notablemente. Además, el conjunto de Zidane fue acusando la fatiga con el paso de los minutos.
El entrenador del Real Madrid no encontró soluciones tácticas y procuró que los jugadores cambiaran el rumbo del encuentro. Entraron Lucas Vázquez, Karim Benzema y Marco Asensio, pero el futbolista que de verdad influyó en el partido fue Ramos, ahora mismo el jugador más decisivo del equipo blanco.
Fue la jugada de toda la vida, la que todos se conocen de memoria. A los 81 minutos, Toni Kroos sacó desde la esquina y por encima de todos se elevó Ramos para marcar con un cabezazo imperial. Otra vez él.
Para entonces, el Betis ya jugaba con diez por expulsión de Cristiano Piccini. Y el equipo sevillano la tuvo en el descuento con un cabezazo de Sanabria que sacó Navas milagrosamente en una intervención que sonó a reivindicación.
El Real Madrid celebró finalmente un triunfo nada espectacular, pero sí enormemente rentable para sus intereses. Así lo quiso Ramos.