Javier Aguirre se echa la total responsabilidad del mal paso del Monterrey. Los Rayados llevan tres derrotas consecutivas, y su lugar entre los primeros cuatro de la competencia, pende de un hilo.
«La Liga se está agotando, estamos rezagándonos, no podemos seguir así, hay que tratar de reorganizarnos y ver los por qué, eso está claro».
Acepta su responsabilidad: «No he sabido tocar la fibras del jugador, la apatía del primer tiempo quizá se deba a mi persona. El rival ofensivamente no nos hizo sufrir mucho, pero nos hicieron un gol de manera muy fácil. Somos muy irregulares, y eso es culpa mía. No entramos en ritmo de partido, muy planos, nos faltó ser más agresivos, fue demasiado fácil, regalamos el centro… No les reprocho la actitud a mis jugadores… Merecido o no, es un hecho que estamos en un problema».
No quiere escudarse en la carga de partidos: «Sería muy fácil decir que nos hemos entrenado ni un sólo día juntos, no es momento para ello, no soy así. Simplemente no hay claridad, nos salimos del partido, no somos intensos. Es un cúmulo de factores que los tengo que resolver yo. Yo soy el culpable de las tres derrotas».
QUERÉTARO YA PIENSA EN LA LIGUILLA
Leo Ramos, técnico de los Gallos Blancos, asegura que el mérito del equipo se lo deben de llevar los jugadores, y si siguen así, «podemos pensar en la Liguilla».
El uruguayo se dijo encantado con la victoria ante Monterrey: «Ha sido fácil mantener a los jugadores compenetrados. Con cada entrenamiento se está mejorando más y si seguimos así, con las tres finales que nos quedan, entraremos a la Liguilla. Le agradecemos al plantel que tenemos que nos den esta alegría».
La táctica, «fue la que necesitamos, los jugadores la ejecutaron bien y tuvieron agresividad cuando debieron tenerla. Estuvimos bien cerrados en el centro y por arriba los defensores y Aguerre solucionaron todo. Agradecí a los futbolistas por haber respondido a los cambios y por la alegría que le están dando a la gente».
Aseguró: «Mago no soy, pero el plantel se entrega a lo que queremos. Encontramos un plantel golpeado, porque no podían ganar, pero en los quince días que tuvimos de Fecha FIFA, los jugadores entendieron el mensaje. Estos futbolistas son una esponja, absorben lo que se les pide. Los magos son los jugadores».