Moscú.—Minuto 74 del juego México-Alemania… La Selección Nacional sufre, los germanos enciman, bombardean la cabaña de Guillermo Ochoa. Juan Carlos Osorio voltea a la zona de calentamiento y el número 4 es el que resplandece.
Es hora de que entren la paciencia, la sabiduría, la experiencia… Era hora de Rafael Márquez. En cuanto pisó el campo el veterano de 39 años, la historia se volvió a escribir.
El capitán, el Patrón entraba al círculo de los Cinco Copas, inaugurado por Antonio Carbajal y que tenía la credencial número dos a nombre del alemán Lothar Mattheus. Pero su ingreso a la cancha no fue a modo de homenaje, fue porque México necesitaba de Márquez y él, como en muchas ocasiones en el pasado, volvió al rescate.
“Si estoy aquí es para ayudar”, dice el surgido del Atlas. Rafael Márquez Álvarez luchó mucho para llegar a esta Copa del Mundo.
Las constantes lesiones hacían pensar que sus piernas no darían más; después vino ese problema con la justicia estadounidense que puso a más de uno de cabeza. Al final todo tuvo un final feliz, como el del domingo después del juego ante Alemania.
“Claro que fue una gran alegría saber que estaba convocado, a muchos nos costó mucho llegar hasta acá, a mí en lo particular, pero al final estamos listos para lo que se ofrezca”. Y aquí está, con un quinto Mundial en su currículo futbolístico.
Algo que no cualquiera lo logra… “La realidad es que no pensé en nada de eso de la quinta Copa del Mundo, lo que pensaba era en ayudar al equipo, estábamos en un momento difícil, se necesitaba un poco de calma, había mucha presión en contra, lo que quería era ayudar”.
Pero la otra cosa no es nada sencilla de igualar, lo hizo y lo hizo bien, demostrando que todavía tiene gas.
“Me siento fuerte para ayudar al grupo en todos los sentidos y mientras pueda seguir echando una mano dentro o fuera del campo, y el profesor [Juan Carlos Osorio] lo decida, aquí estaré”.
El juego ante Alemania terminó, y Márquez de inmediato se puso en modo líder, en modo maestro, el mensaje al grupo está más que dado… “ya es hora de pensar sólo en Corea [del Sur], es lo que sigue. Sí, se venció a un gran rival con grandes jugadores, pero vamos paso a paso, los sueños hay que vivirlos y para consolidarlos trabajar mucho más… Ojalá podamos seguir en primer lugar del grupo”.
Se le pregunta por La maldición del cuarto partido y contesta: “Vamos paso a paso”. Se le cuestiona sobre las dudas que hay o había sobre el trabajo de Juan Carlos Osorio: “Nuestra cultura es el pesimismo. Somos muy pesimistas, nadie daba un peso por nosotros. Este grupo se ha mentalizado en darle la vuelta a esos mitos”.
El 3 de junio de 2002, en el Gran Cisne de Niigata, la historia de Rafa Márquez en la Copa del Mundo inició… El 17 de junio de 2018 llegó a su clímax, cinco mundiales para el Patrón, el gran capitán, pero no llegó a manera de homenaje, llegó porque al equipo le hacía falta un líder en sus momentos críticos: “Vengo a ayudar” dice… y en verdad lo está haciendo.