El América tiene la fortuna de que, a 1.6 kilómetros de sus instalaciones, tiene un hospital para tratar rápidamente a sus jugadores lesionados.
Las Águilas han sufrido más de 20 bajas en lo que va del año. Los daños internos han sido desde golpes o molestias musculares, hasta casos realmente graves como, por ejemplo, roturas de ligamento. La mayoría ha regresado. Otros, han vuelto y repetido lesiones. Esta situación ha sido el rival a vencer para Miguel Herrera. Más allá de las presiones por no mostrar a un América dominante, el Piojo se ha topado con esta malaria —o negligencia— médica.
El timonel azulcrema ha sido muy protector sobre su cuerpo técnico. Hace unas semanas, se fue en contra de un reportero, quien le cuestionó si las lesiones tenían algo que ver con su grupo de trabajo. En lugar de analizar con calma la situación, culpó a terceros (la Selección Mexicana).
La mayoría de las molestias presentadas por los azulcrema ha sido de tipo muscular, como el caso de Emanuel Aguilera, quien sintió una incomodidad en el abductor durante el Clásico Nacional y fue sustituido. En la semana, entrenó limitado y fue titular en el partido siguiente, frente al Cruz Azul, pero se resintió, salió para el segundo tiempo y se perdió dos juegos.
Otras lesiones, como las roturas de ligamento, quedan fuera del control médico.
“Existe un aumento de exigencia y velocidad en el futbol y, al mismo tiempo, se achicó el espacio para resolver [lesiones]”, comentó Daniel Ipata, preparador físico con 20 años de experiencia en el futbol mexicano, respecto a la pandemia.
El experto, quien hoy labora con el Cancún FC, indicó que el freno de actividades por el Covid-19 puede ser factor en esta crisis azulcrema. De 20 lesiones en Coapa, 13 han sido posteriores a la cuarentena de la Liga MX. “Ese parón de 120 días impactó sobre el organismo de los jugadores”, explicó.
Tanta ha sido la molestia por parte de los aficionados al ver caer a sus ídolos, que ya organizaron una marcha para solicitar la salida de Giber Becerra, preparador físico del club.
“Nuestra labor es alistar a los jugadores para un escenario competitivo y alejarlos de los riesgo de lesiones, mediante trabajos preventivos”, añadió Ipata.