La tabla de competencia tiene un invitado nada habitual en la parte alta: El FC Juárez. El equipo que compró su existencia en la Liga MX —antes era la franquicia de Lobos BUAP—, se encuentra en tercer lugar con diez puntos, algo que nadie esperaba, quizá ni ellos mismos.
Con tres victorias, un empate y una derrota, los Bravos acumulan diez unidades, lo que lo pone arriba de clubes como América y Cruz Azul. Gabriel Caballero, técnico de los fronterizos, va más allá del ”estamos trabajando fuerte”, del “somos un grupo unido”, y apunta al factor social de ser un equipo profesional de un lugar como Ciudad Juárez, acosado por graves problemas de delincuencia desde hace varios años ya… “Sí, tenemos como misión, también, limpiar el nombre de Juárez”, asegura el director técnico.
La SEDENA (Secretaría de Defensa Nacional) informó apenas el mes pasado que Juárez es una de las ciudades con mayor índice de crímenes violentos. En lo que va del actual gobierno federal, se tienen contabilizados 2 mil 150 homicidios dolosos en el estado de Chihuahua, mil 903 de la delincuencia organizada y mil 286 estado corresponden a Ciudad Juárez. “Hay que cambiar la percepción que se tiene de esta ciudad”, señala Caballero.
“Aquí se vive bien, los jugadores, el cuerpo técnico y los directivos, todos estamos felices aquí. La violencia existe, como existe en todo el país y el deporte es parte importante para alejar a la gente de ese tipo de vida”.
Caballero, argentino de nacimiento, llegó a México en 1996 para jugar con el Santos y nunca se fue. Se naturalizó, jugó un Mundial con la Selección Mexicana (2002) y formó su familia. “He vivido más aquí que en Argentina. Quiero a México, tengo todos los derechos y obligaciones, voto y, como mexicano, quiero ayudar a mejorar el país y el futbol, en estos casos, puede ayudar”.