Zinedine Zidane no lo ha ganado todo. Claro, como jugador fue campeón del mundo, de Europa, ligas, Champions League y supercopas. Como entrenador, le hace falta dirigir a una selección para buscar un Mundial y un título continental.
Entonces, ¿qué es lo que le hace falta a Zizou? La respuesta, una copa a nivel local.
El francés no ha ganado un certamen copero —que no sea internacional— como futbolista o técnico. En su colección, Zidane presume 15 títulos como jugador y nueve como estratega. Una lista que pocas personas pueden colocar en su currículum.
Zizou empezó su carrera en el Bordeaux, en el cual levantó su primer trofeo como profesional: la UEFA Intertoto Cup, en 1995. Un año después, el galo llegó a la Juventus.
Con la Vecchia Signora, triunfó dos veces en la Serie A, en una Supercoppa, una Supercopa de la UEFA y otro par de laureles continentales. El exvolante perdió la Champions League en 1998, una espinita que le llevó a firmar con el Real Madrid tres temporadas después.
En ese lapso, con la camiseta de Francia, Zidane anotó un par de goles en la final de la Copa del Mundo de su país y, en el 2000, lideró a Les Bleus a conseguir la Eurocopa.
En 2001, Florentino Pérez lo firmó para vestirse de blanco. Diez meses después, anotó el considerado como el mejor gol en una final de la Champions League.
Zidane se retiró en 2006, con seis títulos como merengue. Nunca ganó la Copa del Rey, la Coppa de Italia o la Coupe de France.
La carrera de Zizou tuvo una mancha en su último partido como futbolista: el cabezazo sobre Marco Materazzi.
El francés regresó al Real Madrid como entrenador en el invierno del 2016, tras el mal paso de Rafael Benítez en el banquillo blanco.
Cinco meses después, llevó a los merengues a undécima Champions League. En su primera temporada completa, ganó cuatro títulos y, en la última, un Mundial de Clubes y otra Orejona.
En junio del 2018, renunció a su puesto como estratega, sin llevarse la Copa del Rey.