Se supone que los protocolos que realizó la Liga MX para que se pudiera volver a las canchas, tenían que ser cumplidos al pie de la letra, y estos marcaban que ninguna persona ajena al staff de los equipos de futbol, el manejo del estadio y medios de comunicación, podían estar presentes en un juego oficial.
Pero en León no les importó, con el pretexto de hacerle un homenaje, lo que les encanta en el grupo, a Ignacio González y sus 300 juegos en Liga Mx, dejaron pasar a la tribuna a su familia con todo y niños, muy pequeños, algo que no debió suceder el tiempo de pandemia.
Seguramente todo se justificará con un “era un momento especial”, y un amistoso “aquí no pasa nada”.