Resultó extraña la presentación del nuevo presidente del Cruz Azul, Álvaro Dávila, y la del entrenador Juan Reynoso, ya que se dio sin acceso a los medios de comunicación y con un guión escrito para cada uno de los presentes en el evento. Todo muy planeado y con la prioridad de evitar cualquier “resbalón”.
¿Existirá algún miedo sobre los cuestionamientos que se harían a la nueva directiva celeste? Sobre todo en el ámbito administrativo, en el cual las lagunas legales han permitido que los Consejos de Administración y de Vigilancia decidan lo que sucede dentro del equipo, sin el soporte de una Asamblea General, en especial en cuanto a si Dávila podrá ser reconocido por la Liga MX como el presidente de La Máquina, ya que no es parte de los cooperativistas. Y ni qué decir de la telenovela para designar al técnico