Pumas y América arribaron a Ciudad Universitaria bajo un fuerte dispositivo de seguridad.
Los universitarios fueron los primeros en aparecer, rodeados de Policía motorizada y escoltados por un vehículo blindado. Sólo un par de goyas se escucharon en un soso recibimiento.
Sin embargo, hubo más ruido y porras para las Águilas, que llegaron un par de minutos después que Pumas.
Como medida de seguridad, América no llegó en su tradicional autobús, con los distintivos del club, sino en uno rentado. Pero eso no impidió que su fanaticada los reconociera.
Incluso, decenas de seguidores americanistas dentro del estadio, esperaron a que los azulcrema bajaran del autobús para conseguir fotografías y autógrafos del hombre del momento: Nicolás Castillo.
Las inmediaciones de Ciudad Universitaria están custodiadas por más de tres mil policías.