Sí, aún mueve la garrita. Aunque sería una hazaña que entraran a las finales, Pumas lo está intentando y ganó por segundo juego consecutivo, ahora el León, por 1-2.
Un juego donde los universitarios fueron contundentes en el momento preciso, y cerca del final Marco García con un gran disparo decidió el juego.
Pumas llega a catorce unidades, aún muy lejos de la repesca, y León se quedó en 19, con el orgullo muy herido.
Era un juego que los Panzas Verdes debían ganar, pero…
Pumas sobrevivió durante gran parte del partido. De plantel a plantel, los universitarios sabían que no podían competirle a los Esmeraldas, no hay con qué, por lo que decidió a realizar desde el inicio del juego, una defensa heróica, despejar, alejar el balón de su área como fuera y esperar que la inspiración de sus atacantes les diera una esperanza.
Al paso de los minutos, la figura de Alfredo Talavera se agrandó. No es que los leoneses llegaron mucho o con claridad, pero la colocación del veterano portero, las indicaciones que le daba a su defensa, ayudaba a seguir con el marco en cero.
Pumas tuvo un momento de lucidez, se acordó de tocar campo rival y en un momento de lucidez de Santiago Saucedo, desbordó para mandar un centro exacto a la estirada de Ignacio Dinenno quien alcanzó a desviar la pelota para vencer a Rodolfo Cota (43′).
Ya con la ventaja, Pumas se enconchó más en su área, las llegadas a campo rival se olvidaron y León comenzó a intentar por todos lados, hasta que en una jugada llena de confusión, Víctor Dávila logró igualar (60′).
Vino una jugada polémica, una acción donde se buscaba marcar mano de un defensor de Pumas y una agresión de Talavera a Ormeño, no hubo nada que sancionar, pero los minutos desconcentraron a los Esmeraldas pues a la siguiente acción los tomaron mal parados y Marco García en una descolgada entró al área para sacar un riflazo y anotar el gol de la victoria para los Pumas (86′).