Pobres y tristes Pumas que no tienen ni pies ni cabeza. Si contra Atlas, el accionar del equipo universitario fue pobre, ahora frente a Rayados, fue decepcionante, cayendo 2-0, pero pudo ser por más, mucho más.
El cuadro de Javier Aguirre dominó de principio a fin ante un equipo felino que salió derrotado, ya al minuto dos iba perdiendo, porque simplemente se ha perdido la garra, la mística, esa con la que sobrevivieron en el año en que llegaron a la final.
Lo de Pumas es más que preocupación, a pesar de que sea la jornada dos, no se ve, no se nota, indicios de mejoría, de avance, los refuerzos están en todo gris, y en la banca no hay respuesta.
Y Rayados, literalmente jugó con los Pumas. El partido se realizó en el área de los auriazules, que se vieron bombardeados una y otra vez, sólo la mala puntería de Vicente Janssen, hizo que el marcador no fuera de escándalo.
Duván Vergara se ganó la categoría de ídolo de la afición, algo que le encanta endilgar a la gente de norte, con los dos goles del juego. El primero a los dos minutos, llegando de atrás y el segundo (52’) después de una gran jugada de pantalla de Alfonso González.