Los Pumas no disputaban una eliminatoria directa de la Copa MX desde 2013. Poco es el esfuerzo que han demostrado por hacerse de un trofeo que no va más allá de estar en la vitrinas.
Ahora, con el nuevo rostro que David Patiño les ha dado desde el banquillo, los felinos dejaron claro que —como equipo grande— es una obligación pelear todos los torneos posibles, aunque el certamen copero no brinde actualmente algún beneficio.
Esta noche y ante su gente, los Pumas recibirán a los Lobos BUAP en duelo de eliminación directa, correspondiente a los octavos de final en la Copa MX.
Curiosamente, en este certamen los felinos compartieron Grupo con los pupilos de Rafael Puente Jr. El primer encuentro lo ganó el conjunto poblano, como local, por 2-0 (goles de Juan García e Irven Ávila), mientras que en la vuelta —celebrada en la capital del país— los auriazules tomaron venganza con un 4-1 (Alan Mendoza, con dos tantos, Mauro Formica y Érick Torres, fueron los autores).
Al final, los Pumas clasificaron como líderes de Grupo, con siete puntos, uno más que Lobos.
Mientras que, en la Liga, dividieron puntos: 1-1 (goles de César Cercado y Marcelo Díaz).
“Después de tres partidos consecutivos, nos conocemos más. Lo importante es salir a ganarle a los Pumas”, advirtió ayer el guardameta Lucero Álvarez, tras su llegada a la Ciudad de México.
Y pese a que los capitalinos vienen de una baja de juego, Álvarez espera que los del Pedregal salten con agresividad.
“Son muy ofensivos, más ahora que serán locales. Trataremos de aguantar lo más posible y contrarrestar”, adelantó. “Jugar contra un grande siempre es motivante”.