La Liga MX ha dominado la Liga de Campeones de la Concacaf durante los últimos 17 años. La última vez que un equipo no mexicano se coronó, fue el Saprissa y lo hizo precisamente ante los Pumas en 2005.
Además, el cuadro auriazul suma 11 años sin ganar un cetro en cualquier competencia. La presión y la ansiedad podrían jugar un papel importante, pero Andrés Lillini le pone el pecho a los cuestionamientos.
“Estamos todos a pleno, con una motivación muy alta. Lo disfruto mucho, no estoy nervioso, lo tomo con un lugar de privilegio y entonces el jugador es claro y quiere estar. Esa ansiedad debemos canalizarla a la dinámica. Todos sabemos lo que representamos. La exigencia va a ser alta y será un partido complejo para los dos”, declaró el timonel de los felinos.
Ganar un título lo es todo en el futbol y Andrés Lillini reconoce que esta competición podría significar mucho más para un grande del futbol mexicano como lo son los Pumas.
«Creo que es una competencia que nos llenaría de orgullo, reivindicaría todo lo que viene haciendo este grupo y le daría mucha fuerza al proyecto para que continúe», aseveró en conferencia el argentino, quien sigue negociando su renovación como DT auriazul.
No se olvida de la afición, Lillini reconoce que de ganar este campeonato sería devolverle tanto apoyo a sus seguidores en los últimos años.
«Es lo mejor que te puede pasar devolverle a la afición un título después de tanto apoyo en estos años. Al final, lo más fuerte es el grupo que son estos jugadores y que pasamos tragos amargos y siempre salen adelante», concluyó.