Un punto y la falta de contundencia separan todavía al América de la Liguilla. Más que acercarse como el equipo a vencer para la fiesta grande, las Águilas se exhibieron con vergüenza en su visita a La Franja (3-1).
Los de Miguel Herrera no están sólidos desde que fueron humillados en las semifinales de la Liga de Campeones Concacaf. Pese a llevarse su segunda derrota del torneo y mantenerse en los primeros puestos, los de Coapa atizaron sus deficiencias en todas las líneas. Suman 26 unidades, las cuales, deberán hacer valer la próxima semana cuando reciban a Santos Laguna.
Mientras que el Puebla, sin aspiración de Liguilla, salió motivado porque de frente, además de mejorar sus números, estaba la promesa de una prima económica si evitaban que las Águilas volaran alto en el estadio Cuauhtémoc. Los de Enrique Meza lucieron buen futbol, pero ya tarde, porque llegaron a la jornada 16, con 20 puntos y ya con la mentalidad en el próximo semestre, además de su siguiente duelo contra Lobos BUAP, a quienes podría empujar al descenso.
El marcador se abrió a los cinco minutos con dramatismo. La esférica le hizo la travesura al disparo de Alejandro Chumacero, al pasearse en la línea de gol tras rebotar de poste a poste, para finalmente meterse con capricho a la red.
Anotación que fue reflejo del dominio poblano durante el primer tiempo en el estadio Cuauhtémoc. Un azote para los azulcrema que llegaron confiados a su cita en el estadio Cuauhtémoc y que dejó al Piojo Herrera al filo de su zona técnica en lo que restó de partido.
El timonel americanista no se reservó el coraje. Toda jugada contra los suyos la reclamaba con furia y manoteos al cuarto árbitro, Uriel Olvera.
Sin embargo, la noche para el América se volvería una verdadera pesadilla en el segundo tiempo. Los camoteros aprovecharon la desesperación del rival, para sorprenderlos en mortales contragolpes. Cerca de los 60 minutos, Cristian Tabó encaró y venció al meta Agustín Marchesín (2-0). Posteriormente, y con un hombre menos por la expulsión deMateus Uribe, Pablo González hizo el tercero con un remate de larga distancia (3-0).
El cotejo se tornó caótico cuando los amarillos ser fueron con todo al frente. Constantes faltas complicaron la labor del juez central Oscar Macías, pero al final airoso pese a los reclamos del Piojo y sus pupilos.
Aunque tenían a los americanistas controlados, un escape de Renato Ibarra dentro del área, a los 90′, el Puebla no evitó el desesperado tanto en su contra, en una noche de contrastes. Si así hubieran jugados en las semanas anteriores, sin duda estarían en la pelea por el título; las Águilas ya estarían eliminadas con una actuación como la de ayer, pero viven y tienen tiempo para componer.