El Universal
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, calificó de «vergonzoso» el informe filtrado en los Panama Papers sobre un contrato de derechos televisivos que firmó cuando era dirigente en la UEFA.
Infantino, quien fue elegido presidente del ente rector del futbol mundial en febrero, dijo en una entrevista que difunde hoy la revista deportiva alemana «Kicker» que el contrato televisivo que firmó como director de Asuntos Legales de la UEFA era legal y limpio.
El ex secretario general de la UEFA dijo que estaba «completamente relajado» respecto a la investigación puesta en marcha por la justicia suiza.
En los llamados Panama Papers aparecieron documentos que muestran que el suizo Infantino fue uno de los firmantes de un contrato para la transmisión televisiva de la Liga de Campeones con una compañía de propiedad de los argentinos Hugo y Mariano Jinkis, investigados en Estados Unidos por cargos de corrupción en relación con el escándalo «FIFAGate».
Infantino, sin embargo, dijo a «Kicker» que la concesión de los derechos televisivos había sido «correcta» y estaba «bien documentada» y sostuvo que fueron vendidos en un proceso de subasta.
«Por una parte estoy muy relajado porque conozco los hechos. Por otra, completamente indignado porque la forma en la que ha sido presentado es una vergüenza», declaró
Infantino destacó que su firma puede ser hallada en «1.000 contratos» porque en calidad de director de Asuntos Legales de la UEFA tenía potestad para hacerlo.
El contrato para los derechos televisivos de la Liga de Campeones para Ecuador en 2006, que quedó al descubierto en los Panama Papers, fue revisado por dos secciones de la UEFA y rubricado por dos directores de la UEFA acorde a los procedimientos habituales de la organización.
«En este caso yo fui uno de los directores, pero podrían hacer sido otros dos, dependiendo de la disponibilidad», explicó. «Todo el procedimiento fue transparente. Ni la UEFA ni yo podemos influir en caso de que tras el cierre del contrato el comprador de los derechos efectuara transacciones financieras injustas».
Infantino, quien ha abogado por reformar el fútbol tras los escándalos de corrupción que afectaron a la FIFA bajo la presidencia de su antecesor, Joseph Blatter, negó que las filtraciones perjudiquen a la organización.
«El asunto va a ser aclarado pronto (…) Por el contrario, cuando todo esté sobre la mesa, mi posición se verá reforzada», se mostró convencido