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Presidente de club en Paraguay, imputado por trata de personas

También se inhabilitó al futbolista del club Bernardo Gabriel Caballero, de 25 años, quien denunció a González y aseguró que era forzado a mantener...

El paraguayo Antonio González, presidente del club de fútbol Rubio Ñú, fue imputado hoy por trata de personas con fines de explotación laboral y sexual.

La fiscal Teresa Martínez ordenó su detención en el marco de una investigación por posibles casos de trata de personas y abusos sexuales en el fútbol, en este caso en la liga de la ciudad de Luque, vecina a Asunción, la capital del país.

Rubio Ñú milita en la primera división paraguaya y también forma parte de la Unión de Fútbol del Interior (UFI), que decidió excluir provisionalmente al club de cualquier competición deportiva y actividades relacionadas al fútbol hasta que la situación sea definitivamente resuelta por la Justicia.

También se inhabilitó al futbolista del club Bernardo Gabriel Caballero, de 25 años, quien denunció a González y aseguró que era forzado a mantener relaciones sexuales con él.
El escándalo estalló la semana pasada cuando empezaron a circular una foto y videos en las redes sociales en los que el directivo González dijo públicamente que Caballero era su amante.

El viernes fue allanada la sede del club y se confiscaron documentos varios, teléfonos móviles, pendrives, películas con contenido pornográfico y balas de armas de fuego.
La fiscal Martínez declaró a medios locales que se tienen antecedentes de casos de chicos paraguayos víctimas de trata en el fútbol, en el extranjero y en el país.

El ex portero de la selección paraguaya José Luis Chilavert alertó a los padres que deben vigilar a sus hijos y no dejarlos ir con cualquier persona y a cualquier club, sin averiguar cómo los tratan y en qué condiciones se incorporan a una institución.

La Secretaría Nacional de la Niñez y la Adolescencia (SNNA) también tomó cartas en el asunto y su titular, Ricardo González, anunció que intervendrá las escuelas deportivas del país para darle seguridad a los menores y sus familias de que no serán abusados ni explotados en el ambiente deportivo.

El club Rubio Ñú, de la Primera División del fútbol paraguayo, tomó distancia de este escándalo y negó haber estado vinculado a estas prácticas como institución profesional.