El Porto se ha plantado en los octavos de final de la Liga de Campeones invicto tras vencer por 2-3 al Galatasaray, que pasa ahora a la Liga Europa como tercero del grupo A gracias a la derrota del Lokomotiv de Moscú ante el Schalke.
La victoria resolvió un partido loco, bello por la emoción, por las idas y venidas en el marcador, por la lucha infatigable del equipo turco, con tres penas máximas y varias más solicitadas, y por la sobriedad y efectividad del conjunto portugués.
Los ‘dragoes’ se presentaron en el Ali Sami Yen con el liderato garantizado como claros dueños de la serie. Y en Estambul no hicieron otra cosa que confirmarlo pese a importantes ausencias, como las de Jesús Corona, Vincent Aboubakar, Militao y Otavio.
También tenía sus bajas el ‘Galata’ del ‘emperador’ Fatih Terim, que necesitaba ganar para asegurarse su presencia en la segunda competición europea y no tener que depender de lo que hiciera el Lokomotiv de Moscú en Gelsenkirchen ante el Schalke.
Esta urgencia se tradujo en mayor ambición de entrada del conjunto estambulí, que a los diez minutos reclamó penalti por mano de Diogo Leite en la línea de gol. El colegiado bielorruso Aleksei Kulbakov, tras consultar con su asistente de área, mandó seguir.
Espoleado y enrabietado, el Galatasaray, principalmente a través del caboverdiano Garry Rodrigues y el argelino Sofiane Feghouli por las bandas, rozó el gol de nuevo, pero Iker Casillas, que en la acción del penalti solicitado había hecho una gran parada, se lo impidió al africano y después Eren Derdiyok remató fuera en inmejorable posición.
Supo capear el temporal el Oporto y, sin hacer nada del otro mundo, se situó con 0-2 gracias a un remate de cabeza del defensa brasileño Felipe tras una falta botada por su compatriota Alex Telles (m.17) y con un penalti transformado por el franco-maliense Moussa Marega (m.40) cometido por Mariano Ferreira sobre Hernani.
Le había bastado al Porto con mantener la compostura, el orden en el centro del campo y el trabajo del mexicano Héctor Herrera, Danilo y compañía.
Aún así, el Galatasaray se negaba a rendirse antes de tiempo y en una acción aislada, también protestada, encontró en la prolongación de la primera mitad un penalti que aprovechó Feghouli para acortar distancias.
Terim aprovechó en el intermedio para dar entrada al nigeriano Henry Onyekuru por un holandés Ryan Donk un tanto errático, y el africano pudo firmar el empate a los 56 minutos, pero marró con un disparo desviado.
Demostró su mayor solvencia y pegada el conjunto oportista, que cuando peor lo pasaba, un minuto después de la acción anterior, volvió a demostrar su jerarquía. Marega robó un balón, Hernani se marchó hasta la línea de gol, recortó a un defensa y le puso en bandeja el gol a Sergio Oliveira, que estableció el 1-3.
Y es que la eficacia marcó la diferencia en el partido, porque el Galatasaray, al que no se le puede negar su afán e intensidad, dispuso de otra clamorosa ocasión. Derdiyok volvió a errar un tiro solo en el borde del área pequeña.
El suizo-turco no falló, en cambio, poco después tras un magnífico envío de Rodrigues (m.65), toda una pesadilla para la zaga portuguesa que junto a Feghouli y Onyekuru revolucionaron el partido hasta el extremo.
Un minuto después el colegiado decretó la tercera pena máxima, del uruguayo Maxi Pereira sobre Rodrigues, pero Feghouli envió su disparo al larguero para desesperación de la infatigable hinchada del ‘Galata’.
Un gol del Lokomotiv en Gelsenkirchen dejaba fuera de Europa al bloque turco, con lo que los nervios se apoderaban de jugadores y seguidores locales, que no se detuvo en la búsqueda de la portería de Iker Casillas ante un Porto que se pertrechó bien atrás.
Su solidez abortó las acometidas del Galatasaray, que pudo respirar tranquilo cuando se enteró, justo cuando entraba en la prolongación, de que el Schalke marcaba ante el Lokomotiv. Por lo tanto, final feliz para ambos: los locales celebraron su continuidad europea y los ‘dragoes’ su magnífica fase de grupos.