El Universal
El Oporto se juega este miércoles el pase a los octavos de final de la Liga de Campeones en el estadio del club que ha dejado más millones en las arcas de los «dragones» en el presente siglo, el Chelsea del ruso Roman Abramovich.
El equipo comandado por Julen Lopetegui, con 10 puntos, necesita vencer en Stamford Bridge si quiere que su pase a la siguiente fase no dependa del resultado del otro encuentro del grupo, en el que el Dínamo de Kiev (8 puntos) todavía tiene posibilidades de clasificarse.
Enfrente tendrá al equipo que más ingresos ha generado a los «dragones» en ventas, ya que de la cartera de Abramovich han salido casi 90 millones de euros en los últimos once años para trasladar a jugadores y entrenadores del vestuario del Oporto a Stamford Bridge, una cifra que no supera ningún otro club.
El catalizador de todas estas ventas fue el título de Liga de Campeones conseguido por los «dragones» en 2004, que colocó al club portugués en el centro de todas las miradas del mundo del futbol.
La victoria blanquiazul también atrajo la atención de Abramovich, que había llegado al Chelsea en el verano de 2003 con la intención de dotar al equipo de refuerzos millonarios que lo impulsaran a lo más alto del futbol europeo.
El primer paso fue contratar al entrenador responsable del triunfo del Oporto, el portugués José Mourinho, que hizo las maletas para marcharse a Londres acompañado por el equipo técnico que tenía en el Oporto, en el que se encontraba también André Villas-Boas.
Abramovich dio carta blanca a Mourinho para que confeccionara un equipo ganador y el portugués no tardó en pescar refuerzos en su antigua plantilla: fichó a los defensas lusos Ricardo Carvalho (30 millones) y Paulo Ferreira (20 millones).
Tras algo más de tres temporadas en el club londinense, en las que ganó dos ligas pero no logró pasar de las semifinales de la Liga de Campeones, Mourinho rompió su vinculación con el Chelsea y hasta la llegada a los «blues» del brasileño Luiz Felipe Scolari en 2008 el club inglés no volvió a interesarse por la plantilla del Oporto.
Con el técnico brasileño -que venía de entrenar a la selección de Portugal- al frente de su banquillo, el Chelsea pagó más de 20 millones de euros para hacerse con los servicios del portugués José Bosingwa y reforzar su defensa una vez más con un futbolista del Oporto.
A pesar de los esfuerzos de Abramovich, el Chelsea continuaba sin sumar a su vitrina una Liga de Campeones -perdió la final de 2008 por penaltis ante el Manchester United- y el magnate ruso volvió a fijarse en un triunfador Oporto para buscar la gloria.
Los «dragones» habían cerrado la temporada 2010/2011 con gran éxito, sumando a su palmarés una Liga Europa, una Liga de Portugal, una Copa y una Supercopa, todo al mando de un viejo conocido del Chelsea: André Villas-Boas.
Abramovich pensó que Villas-Boas podría ser un nuevo Mourinho y pagó la cláusula de rescisión de 15 millones de euros para que el entrenador portugués pudiera ocupar su banquillo, a pesar de la reticencia del Oporto a dejarle salir.
Aunque Villas-Boas fue despedido en marzo de 2011, fue precisamente esa temporada cuando Abramovich alcanzó su objetivo y pudo ver al Chelsea convertido en vencedor de la Liga de Campeones.
En los últimas temporadas las compras en Do Dragão se limitaron al fichaje del joven ghanés Christian Atsu en 2013, que dejó 3 millones de euros en las arcas blanquiazules pero todavía no ha llegado a jugar con el Chelsea y ha estado cedido en varios equipos, actualmente en el Everton.
Más recientemente fue el Atlético de Madrid quien más ha comprado al club presidido por Pinto da Costa y ha pagado más de 80 millones para hacerse con los servicios de los portugueses Paulo Assunção y Rubén Micael -que fue cedido y no llegó a jugar con el equipo madrileño- y los colombianos Radamel Falcao y Jackson Martínez.
Aunque no llegaron directamente del Oporto, otros muchos jugadores con pasado «dragón» también integraron las filas del Chelsea en la última década, como Raúl Meireles, Ricardo Quaresma, Maniche, Deco e Hilário.
Este miércoles, en Stamford Bridge, el Oporto volverá a enfrentarse al hombre que inició su provechosa historia de negocios con el Chelsea, un Mourinho muy cuestionado tras los malos resultados cosechados por los «blues» esta temporada.